PROYECTO SPARKS

U n o.

El primer día de universidad siempre es el peor y más si te acabas de mudar. A mi madre le han destinado a Belmont en California así que nos hemos mudado a la fuerza. El trabajo de mamá es así, aunque nos hemos mudado ya un par de veces nunca me acabo de acostumbrar. Mamá dice que ya no nos vamos a mudar más. En casa somos tres; Lisa, mamá y yo. Papá, si se le puede llamar así a una persona que abandonó a mamá y a Lisa cuando yo nací. Mamá tiró todas sus fotos cuando él se fue, aunque Lisa guardó algunas fotografías, yo creo que ella todavía guarda la esperanza a que él vuelva, ella estaba muy unida a él, lo pasó muy mal con su marcha. Lisa es mi hermana mayor. 

Nos llevamos solo un año y dos meses de diferencia. No podemos ser más diferentes, por lo que me cuenta mamá ella salió a él, la chica rubia con los ojos verdes, capitana de las animadoras en el instituto y novia del quarterback del equipo de fútbol. Todo muy cliché de libro animadora y quarterback, y es que la vida de mi hermana es la típica vida de cuento de libro romántico, todo perfecto, todo el mundo la quiere y quiere estar junto a ella, en cambio la mía es justo todo lo contrario. Me gusta pasar desapercibida, aunque eso cuesta más cuando eres la nueva del instituto. Siempre me cuesta adaptarme a los nuevos cambios, lo único que me salvan son los libros y escuchar a la reina TAYLOR SWIFT.

Hace dos días que estamos en la casa nueva. Por el trabajo de mamá nos podemos permitir una casa bastante acomodada. Mi habitación es la más grande, ya que Lisa no vivirá con nosotras en la casa. Lisa empezó el año pasado en la UCLA y está viviendo en la residencia de la universidad.

Lo más importante de mi habitación son las dos estanterías blancas que tengo repleta de libros, si no te lo he dicho ya, soy una amante de la lectura romántica y también fantasía siempre que haya algo de amor. Casi todas las niñas de mi edad sueñan con tener aun vestidor inmenso lleno de ropa, bolsos, zapatos y complementos, yo en cambio sueño con tener una habitación llena de libros, tener mi sofá con su lampara, encender unas velas aromáticas con olor a palomitas o vainilla, son mis favoritas, y tener un buen libro para poder adentrarme en su historia y evadirme del mundo real.

A las 7am me despierta el pitido horrible del alma del móvil. Me doy una ducha rápida por la mañana porque si no no soy persona. Me pongo lo primero que encuentro en el armario. Un jersey blanco con rallas negras, unos tejanos anchos y mis converse de color negro con un diseño de estrellas doradas personalizadas por mí. No me olvido de coger mi tote bag con el libro que estoy leyendo ahora mismo; De sangre y cenizas, dios no sabéis lo que estoy disfrutando este libro. Cuando bajo las escaleras ya huelo el aroma del café recién hecho.

-Buenos días, cielo, ya tienes el café con leche de avena como te gusta a ti y las tortitas en el micro listas –me dice con una amplia sonrisa. Se que lo hace porque se siente culpable por habernos mudado.

-Gracias mami, que simpática estas esta mañana, espero que mañana también me las prepares –le dije rodeando la isla de la cocina y dejando un breve beso en su mejilla cuando cojo mi café con leche y le doy un sorbito.

Si no tomaba mi dosis de cafeína por la mañana acabaría peleándome hasta con mi propia sombra. 

Mamá me lleva a la universidad con coche ya que ella después se va a trabajar y yo todavía no me ubico muy bien donde tengo que coger el autobús. Soy muy desastre en cuando tengo que ir a un sitio que no conozco y siempre me lio utilizando el Google Maps, admiro a la gente que sabe utilizar esa aplicación. Espero poder tener un coche lo antes posible.

Me despido de mamá. Agarro bien mi tote bag y me uno a la multitud que va entrando. Las universidades siempre son a lo grande, seguro que más de una vez me voy a perder. Me voy fijando en la gente de mi alrededor, como se saludan enérgicamente después de volver de las vacaciones. El primer día de instituto siempre es el rencuentro con tus amigos, las anécdotas de las vacaciones, de quien te has enamorado ese verano...