𝐇𝐈𝐃𝐄 𝐀𝐍𝐃 𝐒𝐄𝐄𝐊━━
Bohemia no confía fácilmente en las personas, ya que la hacen sentir incómoda y cautelosa. Oliver Wood es una persona sociable y como es su último año en Hogwarts, decide que todos firmen su escoba.
Por supuesto, Bohemia...
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Una vez EXTASIS. El nivel de Transfiguración con la profesora McGonagall había terminado, Bohemia se quedó atrás, empacando lentamente como lo hacía normalmente para ser el último estudiante en abandonar el salón de clases. Decidió que nadie mirara hacia atrás para ver quién era el último estudiante, sino que miraran al frente mientras salían, y no quería que la gente la mirara.
Colgando su bolso sobre su hombro, salió del salón de clases, sorprendida de ver a Oliver de pie junto a la puerta. Su rostro se iluminó una vez que ella lo vio.
"¡Midford!" exclamó, llamando la atención sobre ambos.
Bohemia tomó nota de tomar pasadizos secretos de ahora en adelante. Se encogió ante la atención no deseada, agachó la cabeza y pasó rozando a Oliver. Se congeló por un momento antes de correr tras ella.
"¿Como estuvo la clase?" preguntó.
"Estuvo bien", respondió ella.
"Nivel EXTASIS, ¿eh? Debes ser inteligente. Me sorprende que no estés en Ravenclaw".
Sus fosas nasales se ensancharon. No quería que le recordaran que era la única Gryffindor en una familia de Ravenclaws. No quería pensar en las caras de los miembros de su familia cuando les escribiera que no la habían sorteado en Ravenclaw.
"Sí, yo también estoy sorprendida", murmuró.
Su mano agarró con fuerza la correa de su bolso. Oliver comenzó a hablar, pero ella no lo escuchaba. Todo en lo que podía pensar era en su familia.
"¿Midford?".
"¿Qué?" Ella chasqueó.
"Como estaba diciendo, George necesita manejar mejor su bate -"
"Wood, no sé nada de quidditch. ¿No puedes hablar con alguien más?" ella preguntó.
"Te estoy hablando de eso porque no sabes nada sobre quidditch. ¡Es un deporte maravilloso! ¡Es emocionante!" el exclamó.
"Wood, aprecio ese tipo de, pero realmente no deberías porque nunca asistiré a un juego de quidditch. Los deportes no son mi tipo de cosas".
Oliver no era el tipo de persona que retrocede. Durante los juegos, sin importar el puntaje, él seguiría presionando. Gryffindor podría estar trescientos puntos por detrás y aun así se esforzaría a sí mismo y a su equipo.
"Lo serán", declaró Oliver.
Bohemia gimió. "Querida Rowena, ¿Alguna vez te rindes?"
"No es propio de un Gryffindor darse por vencido", respondió.
Bohemia se quedó en silencio ante eso. Tenía razón, pero ella se había dado por vencida desde el día en que nació.
