𝐇𝐈𝐃𝐄 𝐀𝐍𝐃 𝐒𝐄𝐄𝐊━━
Bohemia no confía fácilmente en las personas, ya que la hacen sentir incómoda y cautelosa. Oliver Wood es una persona sociable y como es su último año en Hogwarts, decide que todos firmen su escoba.
Por supuesto, Bohemia...
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Bohemia estaba comiendo en el Gran Salón tan pronto como abrió. Era madrugadora, siendo siempre la primera alumna que llegaba a desayunar. Estaba disfrutando de un muffin de chocolate con un libro abierto frente a ella cuando alguien decidió sentarse frente a ella. Había un montón de asientos vacíos en el banco.
"Sabes, me tomó mucho preguntar para encontrarte".
Oliver no estaba mintiendo cuando le dijo eso. Casi todos a los que preguntó no tenían idea de quién era ella. Tuvo suerte con el vigésimo quinto estudiante que preguntó porque era un séptimo año que compartía clase con ella que vagamente la recordaba como la niña que siempre se sentaba sola en la esquina.
Bohemia levantó la vista de su libro. "¿Qué deseas?".
"Eres Bohemia Midford, ¿Verdad?" preguntó.
"Sí", respondió ella. "¿Qué deseas?".
"Quiero que firmes mi escoba", exigió.
"¿Por qué habría?" ella preguntó.
"Eres un Gryffindor," señaló.
Ella puso los ojos en blanco. "Estoy muy consciente. He usado este maldito uniforme rojo durante los últimos siete años. ¿Te gustaría señalar algo más?".
"Pensé que serías más amable".
"Supongo que la respuesta a mi pregunta es sí", murmuró.
"Firma mi escoba", repitió.
"Ni siquiera me gusta el quidditch, así que no, no firmaré tu escoba". Ella resopló, cerrando su libro y agarrando su muffin a medio terminar antes de alejarse.
Oliver corrió tras ella. "¡Espera! ¿Qué quieres decir con que no te gusta el quidditch, muchacha?".
Cuando la alcanzó, ella entrecerró los ojos antes de morder un trozo de panecillo. Lo masticó en silencio y Oliver la miró con curiosidad mientras lo tragaba.
"Primero, no soy tu chica. Segundo, no me gusta el quidditch. ¿Eres sordo?".
"No, no lo soy", replicó. "¿Pero cómo no te puede gustar el quidditch?".
"Fácil. Me gusta quedarme adentro y leer", respondió ella, agitando su libro frente a su rostro. "Ahora, si me disculpas, me iré temprano a clase".
Ella se alejó rápidamente de él, murmurando por lo bajo sobre chicos estúpidos. Oliver se paró en medio del pasillo, completamente estupefacto por la chica grosera.
