-Te lo dije, parece una muñeca de porcelana- dijo el hermano más joven mientras me observaba
-Sí, ¿tú que dices Sharva?- el príncipe me miró de pies a cabeza rápidamente y solo asintió con la cabeza, así que realmente era él
-Opino que deberían dejarla en paz...- se interrumpió cuando me observó más detalladamente, Sefora ayúdame -Tú eres la chica que chocó conmigo hace unas horas atrás, ¿no es cierto?- levantó una ceja, esperando mi respuesta
Iba a hablar para disculparme, sin embargo Zed se me adelantó, algo que hubiera preferido que no hiciera
-Mil disculpas mi señor, por favor tenga piedad de ella, no fue su intención- rogó estando de rodillas en el piso y de una forma muy dramática, a lo que el príncipe sólo me miró extrañado
-Zed, deja de humillarte- le dije agachandome a su lado para susurrarle, y por instinto se levantó y yo lo seguí -Una disculpa, mi señor, no era mi intención provocar un accidente con usted- hice una reverencia, pero él simplemente no hizo nada
-No te preocupes, un accidente lo tiene cualquiera- volvió su mirada a la multitud
El único que me observaba era el mayor, quien era mucho más alto que sus hermanos, el príncipe Sharva le llega a apenas al hombro. Sacudió levemente la cabeza antes de hablar
-No me he presentado, me llamo Marcoirus, un placer conocerte- tomó mi mano y besó el reverso de esta
-El placer es mío, me llamo Sariatu- dije con voz nerviosa
-Ángel de luz, un nombre que hace referencia a tu facción- comentó el otro -Me llamó Kivorgil, un placer conocerte... eres... muy hermosa- el tono en el que lo dijo me hizo pensar otra cosa
-Deja de querer seducirla, Gil, no es propio de un príncipe- Sharva habló con un tono de voz que sugería una advertencia
Mire a su hermano, su mirada era de pura lujuria, era obvio que trataba de hacer algo, pero con la advertencia, solo sonrío de forma arrogante. La música comenzó de nueva cuenta, a lo que Marcoirus me miró de nuevo y me tendió la mano
-¿Me concederías esta pieza?-
Miré a Zed, quien tenía las manos juntas, como si me rogara que no lo hiciera, pero rechazarlo podría ofenderlo, por lo que, sin decir nada, acepté su mano y él me condujo al centro del salón, donde todos los invitados bailaban. Me tomó de la cintura y de la palma de la mano, mientras que yo apoyaba una mano en su hombro y comenzamos a bailar a un ritmo lento. Lo estudie más detalladamente, apenas le llegaba a la mitad del pecho en cuanto altura, su mirada era oscura, eso me ponía de nervios
-¿Todo bien?- su pregunta me sacó de mis pensamientos
-Ah, sí, solo que... es la primera vez que estoy en esta clase de fiestas- me hizo dar una vuelta para después terminar frente a él de nuevo
-Ya veo.. creo que le caíste bien a mi hermano- comentó mientras me acercaba más hacia a él, envolviendo su brazo en mi cintura
-¿P..por qué lo dice?- tartamudee ante aquel acercamiento
-No es la primera vez que alguien le ensucia la ropa de bebida, pero si es la primera vez que no ve al responsable con ganas de querer matarlo-
En cuanto dijo eso, no supe si era bueno o malo, parecía de temperamento fuerte
-Supongo que.. El que esta buscando consorte aquí es usted- cambie el tema pero su hermano atrapó mi mirada de nuevo, esa mirada indiferente me cautivaba por alguna razón
-Sí, ya estoy algo viejo y es hora de que busque a alguien con quien dejar descendencia, ¿qué me dices de ti, algún Serga que se muera por ti?-
-No, ninguno, todos buscan algo más... no se como decirlo- baje la mirada ante los recuerdos de las críticas
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𝔗𝔥𝔢 𝔇𝔞𝔯𝔨 𝔭𝔯𝔦𝔫𝔠𝔢𝔰
General FictionTerralina es un planeta que alberga a una especie de humanos que son conocidos como Sergahumanos. Este planeta tiene tres reinos oscuros que son dirigidos por tres hermanos muy poderosos, hijos de semidioses, quienes habían reinado antes. Una Sergah...