Capítulo Único

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"¿Qué llevas puesto?"

Tony miró su sudadera, levantando una ceja. "¿Qué?"

"¿Eso dice ' Line babe '?" Rhodey sonaba levemente horrorizado.

Tony resopló ante la cámara del portátil. “¿Y qué si lo hace? Solo estoy apoyando a mi hombre”.

El rostro de Rhodey se retorció con disgusto. "¿Tu hombre?"

Tony puso los ojos en blanco mientras se levantaba para verter más café en su taza de ' Me gusta mi café como me gusta mi liniero... fuerte, dulce y demasiado caliente para ti '. “No hay necesidad de ser así, gummy bear. Un día encontrarás un SO militar y tendré que escucharte hablar y hablar sobre eso”.

"Prefiero morir solo siendo comido por mis diez gatos que salir con alguien que voluntariamente usaría una camiseta de ' Esposa orgullosa de la Fuerza Aérea '".

"No sé por qué me molesto en hablar contigo", se quejó Tony, ya haciendo una nota mental para comprar exactamente esa camiseta en el momento en que Rhodey se interesara por alguien. “Siempre te quejabas cuando estaba en mi fase de playboy. Constantemente me decías que encontrara a alguien estable y me estableciera."

Tony se recostó en la silla del comedor, agarrando un posavasos para que la taza no dañara la mesa color cáscara de huevo. La pequeña y acogedora cocina estaba caliente por el calor del horno, y Tony lo absorbió.

Rhodey levantó una ceja. "Obviamente, si hubiera sabido que este sería el resultado, me habría mordido la lengua".

"Ja ja."

El horno sonó y Tony saltó para sacar el pastel de carne del horno. Sacó el plato del estante y lo sostuvo con orgullo hacia la computadora portátil. "¡Funcionó! Dile a tu mamá gracias.”

"Ella estará encantada", dijo Rhodey arrastrando las palabras.

“Miga perfecta. Irá muy bien con el puré de papas, no puedo esperar hasta que Steve—“ Fue interrumpido por la vibración de su teléfono y se inclinó para mirar el mensaje. "Oh."

"¿Qué?" preguntó Rhodey, su voz teñida de preocupación esta vez en lugar de burla.

"Steve dice que se están preparando para una tormenta. Regresa, agarra su bolso y se va ”. Dejó caer la sartén sobre la mesa. "Supongo que me comeré el pastel de carne entonces".

"¿De nuevo?" Rhodey resopló, luego suspiró cuando vio la cara de Tony. "Lo siento. Sé que estabas deseando verlo." Rhodey golpeó su bolígrafo contra su escritorio, luciendo pensativo, y Tony se quedó callado, queriendo escuchar lo que venía después. "¿Estás seguro de que quieres esto?"

"Rhodey—"

"Escúchame. Si pensara que realmente amas esta vida, me alegraría por ti. Pero estás solo, lejos de todos tus amigos, apenas viendo a tu novio. ¿Y qué fue lo que dijiste que Steve mencionó el otro día? ¿Cojeando?"

"Desearía . Recorriendo."

"Bien. Solo en una casa rodante, en constante movimiento, con Steve trabajando muchas horas. Tal vez sea hora de volver a casa”.

“No”, espetó Tony. Luego respiró hondo para tranquilizarse. “Yo… yo lo amo, Rhodey. Como, realmemte. Más que nadie con quien he estado”. Se pasó las palmas de las manos por la cara. “Y me advirtió cuando nos conocimos que era una vida dura, y le dije que podía manejarlo”.

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