𝐎𝐍𝐄-𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒

corazón de cristal

𝖫𝖾𝗍 𝗒𝗈𝗎 𝖻𝗋𝖺𝗄𝖾 𝗆𝗒 𝗁𝖾𝖺𝗋𝗍 𝖺𝗀𝖺𝗂𝗇 -𝖫𝖺𝗎𝖿𝖾𝗒  🎧

Iván era un chico muy sensible con todo en general, por una pequeña cosa su corazón se aceleraba de pavor y sus ojos se llenaban de transparentes y pesadas lágrimas

Su corazón era básicamente de cristal, y cualquiera podía romperlo con tan sólo un toque un poco brusco

Solo una persona sabia acunar su frajil corazón con delicadeza alrededor de sus brazos, Rodrigo Carrera, su mejor amigo

Lo calmaba con suaves caricias y pequeños pero lindos susurros al oído. Rodearlo con sus brazos y sentarlo en su regazo para llenarle de pequeños besos la cara era lo que más les gustaba a ambos

Iván se sentía derretir de los nervios cuando lo miraba a los ojos. Era su mejor amigo, pero aveces deseaba que eso no fuera así

Ese día se encontraban en la casa de Rodrigo mirando una pelicula VHS que el azabache había rentado la semana pasada. Todo transcurría con normalidad, comían pochoclos y reían disparatados

—Es una boluda, ¡por qué no corre para el otro lado! — Rodrigo se quejó de la poca lógica que usaba la asesina de la película

—Tal vez porque para el otro lado está la policía, y para el otro el cadáver — lo miró de reojo

— Uh, es verdad— se rió de su estupidez y agarró unos cuantos pochoclos, comiendolos de a uno

El tazón con los bocadillos estaba entre las piernas de Iván y Rodrigo, porque según el azabache le daba pereza estirarse hasta la mesita de café que tenían al frente

—Come bien, que pareces un nene— le golpeó la cabeza con la mano

—Si vos no te los llevaras capaz los como bien — le devolvió el golpe

El alto lo miró con la cabeza recostada en el sillón y frunció el seño. Rodrigo replicó la acción, sacándole una risa al otro

—Te ves ridículo— rió

—Vos te ves tan tierno — le pellizco una mejilla y le dejó un beso baboso en la nariz

—¡Rodrigo! ¡que asco!— se limpió con la manga de su buso con asco

El castaño rió y le siguió dando besos por distintas partes de su cara. Iván movió su cara de lugar para  parar los besos, pero justo uno calló en sus labios, dejando estáticos a los chicos mirandose con pena

La mente de Iván estaba en blanco, pero sus mejillas estaban muy rojas y su corazón latía a mil. Quería otro, no tenía duda

—Perdón, no quise.. — murmuró Rodrigo

—Siendo sincero, no me molestó. En realidad, me gustó — sonrió con pena

—¿te molestaría si doy otro? — le devolvió la sonrisa

—No, para nada— acaricio su mejilla y lo atrajo para otro beso

Ahora sí era un beso decente
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