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Freen se levantó en medio de la noche, revisó su celular y eran las 3:40 a.m., se talló los ojos y cuando al fin, pudo ver su al rededor, vio a becky parada justo en frente de ella, al pie de la cama.

- ¡Dios!- freen se levantó de golpe- ¿Que haces?- Preguntó colocándose sus gafas y encendiendo la pequeña lámpara de noche en su mesita.

Becky tomó la pequeña libreta y comenzó a escribir, cuando terminó se lo mostró a freen.

- Hueles bien- Leyó en voz alta.

Sus mejillas se tornaron de un ligero carmesí, ¿Porque le decía eso?.

- Gracias- Murmuró, estando muy avergonzada- Por cierto, ¿Que haces despierta a esta hora?- Preguntó tratando de desviar el tema.

Becky escribió nuevamente.

- Tenía hambre, no podía dormir, tu olor me atrajo- Nuevamente leyó en voz alta y sintió como sus mejillas ardían.

- Amm... Vuelve a dormir, yo... Mañana tengo clases y tengo que levantarme temprano- Se excusó.

Becky agradeció que freen no notara las manchas de sangre en su boca, gracias a qué había poca luz.
Tenía hambre y simplemente salió a buscar su cena, dos hombres habían sido suficiente.

Siempre sabía ser cautelosa, así que cuando salió por la ventana del cuarto de freen, no causó ni el mínimo ruido.

Cuando llegó, la adrenalina seguía en sus venas, vio a Freen indefensa, durmiendo profundamente, se acercó a ella y su instinto le decía que succionara toda su sangre, que clavara sus colmillos en ese cuello que se veía tan apetitoso.

Ese olor se hizo presente, ese olor dulce que llenaba sus fosas nasales, le recordaba a su primer amor, esa chica que amó y que las personas le arrebataron por el echo de que ambas eran mujeres.

El corazón frío de becky comenzó a latir rápido, se acercó a freen y le dio un beso en la frente, quería hablar y decirle que era muy hermosa, pero no podía hacerlo, no recordaba cómo.

Después de que freen despertara y le dijera que volviera a dormir, así lo hizo, por hoy estaba satisfecha, no necesitaba más sangre, pero en unos más días si.

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Becky despertó, la cama de freen estaba tendida y arreglada, al igual que el resto de su habitación, lo único que hacía lucir el lugar algo feo, era aquella colchoneta donde durmió becky, que por cierto era muy incómoda, tanto tiempo encerrada en ese ataúd, la habían acostumbrado a dormir en pésimas condiciones.

Se levantó y dudosa camino hasta la cocina donde se escuchaban risas y voces, también podía oírse los utensilios chocar con los platos, era un ruido rechinante que ponía de mal humor a becky.

Ella no podía verse al espejo, por lo tanto, no notó que su cabello estaba echo un desastre, sus ojos estaban ligeramente inflamados y esas ojeras aún no se quitaban, al igual que su color pálido.

- Buenos días- Saludó freen, invitando a becky a sentarse en una de las sillas de la barra.

- Lindo peinado- Rió Looknam, seguida de mind.

Becky se sentó y les dedicó una mirada que causó un gran miedo y temor en las chicas, freen no lo notó.

- Dejen de molestarla chicas- Regañó la tailandesa poniendo un plato con huevos y tocino en el lugar de becky.

Ella tomó un trozo de esa carne, la saboreo y no pudo creer lo que su boca probaba, era tan delicioso, era la primera vez que su boca saboreaba algo que no era sangre y ese sabor a hierro.

Vampire ✞︎ Adaptación Freenbecky ✞︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora