Un pequeño niño de tres años se encontraba en el pequeño parque cerca de su casa, con el se encontraba su madre la cual no lo perdía de vista ni un solo segundo mientras dejaba que su pequeño disfrutara del cálido día, le encantaba ver a su hijo reír, ver como esos pequeños ojos azules se convertían en pequeñas líneas, contrastando sus abultadas y rojizas mejillas, dejando ver sus preciosos y pequeños dientesitos, entre ellos uno peculiar, uno chueco, pero no por eso dejaba de verse tan bonito al sonreír.
Sus rulitos cafés claro saltaban cada que el pequeño salía corriendo al compás de las burbujas que su madre dejaba salir de aquel juguete, el glorioso y precioso sonido de su risa, retumbaba en sus oídos haciendo eco, guardándola en lo más profundo de sus recuerdos, como un preciado tesoro. Sonrió con tristeza al saber que le queda poco para seguir disfrutando de su maravilloso hijo, no podría llegar a saber si seria un brillante, fuerte y precioso, omega, beta o alfa, aunque estaba completamente segura que su cachorrito sería omega y ella estaría orgulloso de ello, no le quedaba mas que darle toda su atención y cariño lo que le quedaba de tiempo, agradecía olvidar su condición cada que pasaba tiempo con su cachorro.
Sonrió en grande cuando sintió los tibios labios de su hijo sobre su mejilla, este siempre era tan cariñoso con ella y con ese simple gesto le daba una inmensa felicidad aunque él no estuviera consiente de eso. El cachorro siguió con su jugueteo siendo feliz, abría su boquita cada que un chorro de burbujas salía disparado, para luego correr y torpemente tratar de reventarlas con sus cortos deditos. Quedaba una última burbuja por reventar, el pequeño hizo un puchero, ya que está estaba un poco por arriba de él y no la alcanzaba, siguió persiguiendo la dichosa burbuja, en un intento de alcanzarla, dio un pequeño brinco, más sin embargo, ni así la alcanzó, al momento casi de tocar sus pies al pasto, sus piernitas se enredaron entre así, abrió su boquita sabiendo lo que se venía y cerro sus azules ojos esperando el impacto en su cara, pero al contrario de eso, sintió una mano en su pequeña cintura, sintiendo como su frente topaba con algo no muy duro, al contrario de él, el otro niño había caído, impactando su espalda contra el pasto, recibiendo el golpe por el, al abrir sus ojitos, se topó con otros de color negro como la noche, los cuales lo observaban sin pestañear.
—¿Estás bien pequeño?.— pregunto el otro cachorro, Jimin no podía apartar su mirada de aquellos negros orbes y solo asintió torpemente, sus mejillas se había contorneado con un lindo sonrojo.
—Cachorros , ¿están bien?.— la omega llegó a su lado un tanto preocupada al ver lo que había pasado, la voz muy conocida para Jimin se escuchó en sus oídos, pero estaba tan ensimismado en el otro cachorro que ni siquiera se había percatado de la posición en la que se encontraban.
—Oh si, no se preocupe.— respondió el pequeño regalándole una sonrisa, su voz tan calmada y suave, la Señora replicó una sonrisa al ver que su bebe no parecía tener intenciones de quitarse de encima del cuerpo contrario.
—Ven aquí, bebe.— hablo la madre de Jimin con voz tierna, el pequeño se percató y tímidamente se apartó del cuerpo que había retenido de darse un buen golpe.
Cuando ambos estuvieron completamente de pie, el de ojos negros sacudió su ropa, tratando de quitarse el polvo y algunos pedazos de pasto que se habían adherido a su ropa, ambos volvieron a conectar sus miradas, viéndose por unos pocos segundos y sonrojándose, la mayor veia la escena un poco curiosa y divertida a la vez, se le hacía muy tierna.
—Graciash.— el cachorro de ojos azules bajo su cabecita con sus cachetes sonrojados, haciendo que sus rizos brincaran un poco, el otro cachorro sonrió, "tan bonito y tierno" pensó.
—Me alegro de que no te hayas raspado, eres muy lindo.— eso último lo dijo un poco bajo y avergonzado, Jimin sonrió mostrando sus perfectos dientitos blancos.
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᥆mᥱgᥲ ᑲᥙrᑲᥙȷᥲ || k᥆᥆km᰻ᥒ🫧
FanficJimin era un pequeño chico al que le apodaban "omega burbuja" ya que siempre se la pasaba sumido en su mundo, haciendo burbujas, muchos lo juzgaban sin saber el significado de aquello. "No juegues un libro por su portada" "No juzgues a una persona...