꒰ Mi asistente ⛧Haemark⛧

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— Haechan, déjame marcarle a mamá — Mark trataba de tomar su celular, de no ser por un Haechan quien estaba abrazándolo por la cintura.

El estaba muy bien así, acurrucados, dándose mimos.

— Ahorita le marcas amor, hazme cariñitos — Mark rió, tomando el rostro de su prometido entre sus manos, dejando pequeños besitos en sus labios.

— Tengo que decirle a mamá, o ¿No quieres pedirle mi mano? — Haechan dejo un beso en su mejilla.

— Claro que si amor, pero son las 7 de la mañana, dudo que estén despiertas — Mark pareció pensarlo y tenía razón, así que se volvió a acurrucar hacia Haechan, ocultandose en su cuello, oliendo el rico aroma que Haechan tenía, tan masculino.

— Te amo — Mark dijo jugando con la playera de Haechan, quien beso su frente, abrazandolo más fuerte de la cintura.

— Tambien te amo, y a nuestro pequeño bebé — Haechan acaricio el vientre de Mark, aún era plano, habían ido a un ultrasonido y tenía apenas casi 3 semanas por lo que no se notaba tanto.

Mark levantó su rostro y dejo un corto beso en los labios de Haechan quien lo tomo delicadamente de la nuca, uniendo de nuevo sus labios, moviendolos ligeramente, Mark sonrió en medio del beso y Haechan al verlo, hizo lo mismo.

Estaban muy felices, los preparativos de la boda ya habían comenzado, se casarían en 2 meses, Mark quería que su embarazo no se notará tanto, por lo que tomaron la decisión de casarse lo más pronto.

El padre de Haechan estuvo de acuerdo en ese matrimonio, incluso les estaba ayudando a pagar algunas cosas como regalo de boda.

Ahora solo faltaba la familia de Mark, sus padres y su hermana.

El único secreto que tenían era que nadie sabia del embarazo, a excepción de Shotaro y ellos dos.

— Quiero alitas con habanero y refresco — Dijo Mark mirando a Haechan quien negó rapidamente.

— No, no, es comida chatarra y no puedes comer eso por el bebé, lo siento amor, esta vez no te complacere — Mark hizo un puchero, mientras sus ojitos se cristalizaron, mirando a Haechan fijamente, se volteo y tapo su rostro.

No iba a caer.

Haechan escucho un sollozo y claramente era Mark, lo volteó despacio y lo acurrucó a su pecho, limpiando sus mejillas humedas.

— Esta bien amor, pediré que te cocinen eso, pero solo será esta vez, debes de comer bien ¿Okay? — Mark asintio sonriendo.

— Es que es un antojo de tu bebe, el quiere alitas — Haechan rió asintiendo.

— Okay, okay, "el bebé" tiene antojo — Mark asintio besando a Haechan.

No podía negarse a ninguno de sus dos bebés.

— ¿Mamá? — Mark dijo cuando vio que su madre le había respondido la llamada.

— Dime hijo, recién tome el celular, ya sabes que no le se a esta cosa.

— Mmm, ¿pueden venir a una cena? Haechan y yo tenemos algo importante que decirles.

— Claro que si amor, ¿a qué hora?

— Mañana a las 8 — Haechan le quitó el teléfono a Mark — Buenas noches suegra.

— Buenas noches cariño, ¿Es cierto lo de la cena? — La madre de Mark pregunto.

— Claro, y no se preocupe por venir, yo paso por ustedes, no quisiera que algo les pasará — Mark sonrió abrazando a Haechan quien se sentó para abrazarlo.

— Muchas gracias Haechan, ahí estaremos.

— Cuidese suegra, los esperamos — Haechan le pasó el teléfono a Mark.

— Adios Mamá.

— Adios Makku.

Mark colgó la llamada, dejando el teléfono en su lugar, abrazando a Haechan quien lo tenía en su regazo, ambos sentados en la cama.

— Que lindo detalle el ir por mis padres a su casa — Haechan sonrió abrazandolo.

— Pues claro, me darán a su hijo por todo la vida — Mark rió golpeando levemente su pecho — Tonto.

— Tu tonto — Mark sonrió.