P R Ó L O G O

478 41 1
                                    

Lean.

—Esto de estar en el banco todos los partidos me está haciendo mal. —dice Paulo mientras ambos caminamos por los pasillos del hotel buscando nuestra habitación. — Mirá, perdimos contra Arabia Saudita y todo.

—Tampoco para tanto, —digo intentando subirle el ánimo, nos quedaban unas cuantas habitaciones para llegar a la muestra, la 220. — es un cachetazo para que activemos.

Caminamos un poco más de manera lenta, la charla se había vuelto intensa ya que las quejas de Paulo eran con razones. La charla fue cortada por unos ruidos raros que provenían de la habitación 215, miré a Paulo y pareció haber escuchado lo mismo que yo. Nos acercamos con cautela sin hacer mucho ruido y nos dimos cuenta que era la habitación de Enzo. Los ruidos se volvieron más claros al hacer silencio y rápidamente nos dimos cuenta de que se trataba.

—Eu, la puerta está abierta. — dice Paulo en un susurro notando que la puerta nada más estaba arrimada.

Empujé un poco para claramente ver lo que nos estábamos imaginando. Verónica y Enzo estaban en pleno acto sexual con demasiada intensidad, Paulo y yo nos miramos con sorpresa, no podría decir cuanto mis ojos se fueron de eje. La situación era bastante activa, el nivel de excitación en mi cuerpo se había alterado de sólo ver la escena.

—Que cuerpazo que tiene. —susurro con una sonrisa bastante coqueta y escaneo cada parte del cuerpo de Verónica. — Mejor vamos, está mal esto.

—Pará, pará. —me frenó Paulo sacando su celular y filmando la situación. No bastó mucho tiempo para bajar la vista y ver que ambos llevábamos una erección bastante fuerte. — Que hija de puta... —susurro con una sonrisa, la piel se me erizó al ver lo bien que la estaban pasando.

Verónica se movía encima de Enzo con tal fluidez y con un poco de imaginación pude visualizarla como si estuviera conmigo. La erección comenzó a molestarme bastante en mi pantalón y claramente no quería sacar la vista de ellos dos. Enzo se llenaba de placer y cada tanto recorría sus manos por las curvas de la morocha. Finalmente, los dos terminaron el acto y con Paulo sigilosamente nos retiramos de la escena.

Caminamos hacia nuestra habitación sin mencionar nada, ambos estábamos totalmente excitados y no podíamos modular una sola palabra.

—Amigo, no lo puedo creer. —digo mirando mi entrepierna y recostandome en la puerta mientras Paulo se sentaba en la cama.

—Voy al baño... —dice aún shockeado por lo que presenciamos y se encerró junto a su celular. Respiré hondo intentando calmar todo el estímulo que estaba sintiendo en ese momento. El pantalón me rozaba la gran erección que me había causado ver a Verónica de esa forma junto a Enzo, no sentía que podría recuperarme después de eso.

Me preocupaba el vídeo que Paulo había grabado, era una preocupación fuerte ya que si alguien se enteraba de lo que hicimos, probablemente nos matarían. Pero ahora no tenía tiempo de pensar en eso, la excitación y adrenalina en mi cuerpo no me lo permitía.

Aunque todavía tenía en mi mente el cuerpo de Verónica moviéndose sobre Enzo.

PERSONAJES:

𝘓𝘦𝘢𝘯𝘥𝘳𝘰 𝘗𝘢𝘳𝘦𝘥𝘦𝘴 

𝘓𝘦𝘢𝘯𝘥𝘳𝘰 𝘗𝘢𝘳𝘦𝘥𝘦𝘴 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 05, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝘚𝘗𝘠 𝘚𝘌𝘟 - 𝗹𝗲𝗮𝗻𝗱𝗿𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗱𝗲𝘀 𝘆 𝗽𝗮𝘂𝗹𝗼 𝗱𝘆𝗯𝗮𝗹𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora