Me da miedo extrañarte, y eso es algo que pasa todo el tiempo, no duermo aguantando el pensamiento perfecto de que estas lejos, pero aún así la distancia no cambiará mi cerebro, el tiempo te hará saber que estoy bien, pero, ¿Quién puede decírmelo a mí? Que pena que tengo las metas, pero Dios tiene otros planes para mí, guardando kilómetros y ángeles en esto sin más, me hace llorar y eso no se apaga, te quiero dentro, más no hayo entradas, pero aún así te cantaré baladas por la madrugada. Lo que quedó de mi te llevaste con una mirada; con esos ojos me doblo por ti. Poco a poco con tus manos me revientas las venas para arrastrarte en mí; te sientes pesado cuando fluyes en la sangre que boto por ti, y tus besos no pueden dármelo a mí; lo que me haces sentir no cabe en este tartamudeante corazón que se rompe amargamente, cuando pienso en ti, Solo llegas, sin espera y rara vez me sostienes y aprietas para escuchar mis lamentos y saber si estoy sufriendo, cuando lo sientes llenas lo que andaba buscando honestamente en mi iris, al encontrarme, comunicarte fácilmente me hace feliz; mostrándome yo sola la manera de no ser la mentira que siempre fui, el tiempo puedo quebrarlo solo para ti, jurado como un G, es cálido sentir como me desangro por ti.