capítulo catorce

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— ¿has comido algo? ¿en dónde te vas a quedar? ¿necesitas que pasemos por ti?

— soobin, deja de ser un maldito bastardo y vuelve a casa ahora. — afortunadamente (o desafortunadamente, no lo sé) pude cargar mi celular y llamar a taehyun y a yeonjun sólo para hacerles saber que estaba bien... no, bien no. estaba a salvo, físicamente todo estaba correcto.

— volveré... mañana... no sé...— murmuré dándole una larga calada a mi cigarrillo, apoyando mi cabeza en una de mis manos. estaba cansadísimo.

— no puedes andar por ahí sin rumbo. no eres un adolescente. — me regañó, como siempre. yeonjun siempre me regañaba, aunque estuviera preocupado por mí. — ¿por qué no vuelves?

— no puedo volver... ¿no lo entiendes?

— ¡claro que lo entiendo, pero...! maldita sea, soobin... tú eres quien no entiende... no entiendes nada, por un demonio...— apreté el teléfono entre mis manos, escuchándolo sollozar. creo que haberlos llamado no había sido lo mejor ni para ellos ni para mí.

— lo siento...

— hyung, ¿por qué no vuelves? ...tomas un baño, duermes un poco y comes algo. — la voz suave del rubio sustituyó a la de yeonjun, quien probablemente no podría hablar ahora. por mi culpa. — la gente no puede pensar bien sin esas cosas... ¿sí? por favor.

— tal vez... puede que tengas razón. — pero ambos sabíamos que no acataría sus palabras.

— por favor... cuídate mucho.

— ¿sabes, tae? creo que le dije las mismas cosas a él... en su debido momento. — no dijo nada y mi cigarrillo, al igual que esta llamada, estaba por terminarse. — pero lamento que eso no signifique lo mismo para todos.

— soobin...

— aunque siempre le demostré desde el fondo de mi corazón que estaba preocupado... no importó. nunca fue suficiente...— sentí que se me empañaba la mirada. — él estaba en un punto en el que yo no podía hacer nada.

no recibí respuesta de su parte. estaba llorando, estábamos llorando. lo extrañábamos mucho.

» tengo que irme. — no le dejé decir nada más y colgué.

a veces... por mucho tiempo mientras aún íbamos a secundaria, sentí que no sabía qué más hacer por él... que cada vez comenzaba a entenderlo menos. quería ayudarlo aunque no sabía cómo.

duele... duele mucho.

— y pensé; "vaya... incluso cuando sientes tanto dolor, no puedes morir". — le dio un largo sorbo a su bajo la mirada atenta del pelinegro. — supongo que la muerte no es dolorosa... pero la vida lo es.

» ¡binnie! ¡recibí tu carta de año nuevo! ¡fue tan lindo! ¡incluso lloré un poco, muchas gracias!

— ¿recuerdas esa vez en la que nos perdimos los fuegos artificiales? — asintió, las manos del menor deslizándose por la variedad de estos que habían en el estante frente a ellos. — tomé un poco más de dinero esta vez para poder comprar suficientes, ¿ qué opinas?

"no nos hemos visto desde hace casi un mes... es un poco triste, ¡pero está bien! supongo que, como ahora tienes un trabajo, debe ser normal que nos apartemos un poco. qué envidia~"

» ¡soobinnie, deberíamos salir a tomar un día de estos! extraño tanto emborracharme contigo...
» te extraño tanto, binnie.

last will. 𝘀𝗼𝗼𝗴𝘆𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora