Alfa En El Espejo •JJK&KTH•

𝐃𝐢𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢𝐞𝐭𝐞𝐚𝐯𝐨 𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨

—¿Alfa? — El omega corrió a donde se encontraba su chico, pero una vez delante de él se detuvo no sabiendo qué hacer, tal vez el pelinegro necesitaba su espacio — Koo Amor.

El alfa solo se escondió más en sus piernas apretando aquel abrazo al mismo mientras negaba con la cabeza, hace unos minutos había sentido el aroma de su omega así que no fue una sorpresa para el que haya aparecido en la casa.

—Amor, hablemos ¿Sí?

Al no obtener respuesta suspiro, iba a decir algo más, pero el alfa lo tomo del brazo y lo jalo hacia su pecho, abrazándolo y escondiendo su cabeza en su cuello aspirando ese rico olor.

—Lo siento, sacrificaste todo tu mundo para un alfa débil como yo. Lo menos que mereces es a un alfa débil y aquí me tienes, dios.

—Ey —El omega se quiso separar, pero no lo logró debido a la diferencia de fuerza —No digas esas cosas, claro que sí me mereces, al igual que yo te merezco a ti.

—Lo entregaste todo por mí.

—¿Qué sucede amor?

—No dudo en estar contigo y haría lo que fuese porque estés a mi lado. Pero, aun así, duele.

—¿Qué te dijeron tus padres?.

—Les conté todo toda nuestra historia y no me creyeron, era obvio. Mi madre había mencionado que hasta hace unas semanas yo había planeado pedirle patrimonio a yoongi y que diablos había sucedido conmigo, ninguno entendió que ese no era yo. Al final de la charla me quise marchar y lo vi a yoongi en la entrada, estaba llorando y me dijo que no quería verme nunca más. Me quedé en shock porque Él era mi mejor amigo ¿Sabes? — El omega asintió — Se fue de la casa y yo subí a preparar mi ropa para dormir aquí, entonces cuando iba saliendo mis padres.

—¿Tus padres?

— Fui expulsado de la manada, Tae.

Jeon Jungkook desde muy pequeño siempre fue muy observador e inteligente, por lo que no le costó mucho entender que su padre era un hombre muy importante en la sociedad. Jungkook admiraba todo lo que su mayor hacía y lo seguía a donde pudiera. Si había una junta no importaba que tan relevante era, el Señor Jeon siempre estaba acompañado de su pequeño cachorro que siempre dibujaba muy callado en el regazo de su padre. Jungkook siempre deseo que al cumplir la edad adecuada, logre dirigir la manada como lo hacía su padre.

Y era por todos aquellos momentos y esfuerzo propio que Jungkook no logró creer lo que oyó.

—¿Qué?

—Lo que oíste, Jungkook. Si sales de esta casa y decides juntarte con ese omega, quedas desterrado de la manada.

—Papá me preparé para esto toda mi vida Es algo ext-

—¡Cállate y solo elige Jungkook!

Los ojos de Jungkook no tardaron en aguarse y su lobo bajo la cabeza ante el grito de su padre, nunca había discutido con ellos y la situación lo estaba destrozando. Llevo su mirada hacia su madre, viéndola igual de sorprendida. Pero, aun así, la Señora Jeon no dijo nada ante las palabras de su esposo.

—Veo que todo este tiempo admire a la persona equivocada, papá. Si de verdad te importa más él con quien decido hacer mi vida a que perder a tu propio hijo siento mucha pena por ti —El alfa volteo el cuerpo a su madre haciendo una última reverencia en señal de respeto. —Mañana mandaré a alguien por las últimas cosas que quedan

Y sin decir más el Alfa salió del lugar aun sin soltar ni una sola lágrima, los adultos se habían quedado quietos como auténticas estatuas y eso fue lo mejor para él, no podía seguir dando la cara sin romper a llorar.

Una vez que llego a aquella cabaña del bosque, se permitió llorar todo lo que su corazón necesitaba. Había perdido a su mejor amigo, su manada y el sueño de su vida.

—Yo no sé qué decir

—No tienes que hacerlo, omega. De todas formas no es tu culpa, solo espero que algún día logren aceptarlo De verdad no quiero perderte

—Aunque lo niegues, siento que si cae todo en mí, de verdad lo siento tanto.

Ambos permanecieron abrazados por al menos media hora más, en la que el Alfa comenzó a sentirse incómodo y los movió al sillón, acostándose con su omega sobre su pecho, comenzando a darle suaves caricias.

—Ven a vivir conmigo.

El omega levantó la cabeza y lo observo a aquellos bonitos y brillantes ojos, el Alfa parecía tan herido pero a la vez lucia tan capaz de bajarle el universo entero.

—Contigo? —El alfa asintió— ¿Aquí?, hm debo pensarlo sabes, no es como si fuese mi gran meta en la vida que vivamos ambos aquí, que hagamos panqueques con frutilla los fines de semana y lleguemos a criar a nuestros cachorros en esta misma sala.

El omega sonrió cuando vio a su alfa hacerlo de una hermosa manera, se acercó a sus labios y comenzó con un dulce y lento beso, el cual acabo para continuar con un lindo beso esquimal.

—Claro que viviré contigo, Alfa.

—¿Para toda la vida?

—Para toda la vida y sin importar los espejos y universos.

El alfa sonrió aún más si era posible y volvió a besar esos esponjosos labios, si le pedirían que incluso sacrifique su vida por ese bonito omega, sin duda lo haría.

—Te amo omega.

—Te amo mucho mi Alfa.

Jungkook le depositaba dulces caricias en la cintura mientras besaba todo el rostro contrario. Aunque su situación era realmente desastrosa, tenía la confianza de que sabría salir adelante junto a aquel bonito chico, tal vez no sería el Jefe de la Manada Jeon, pero no dudaba de sus grandes habilidades y de que cualquier empresa moriría por tenerlo como empleado.

Su plan de vida junto al omega era lo que más espacio ocupaba en su corazón y mente, despertar y ver aquel hermoso rostro para luego llenarlo de besos, y ser interrumpido por lindas voces chillonas en la casa era lo que más deseaba en él o todos los universos posibles.

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