NCT SMUT

ꨄ︎ᴋᴜɴ/ʏᴀɴɢ ʏᴀɴɢ / ᴛᴇɴ

『••[Amor Aturdido]••』

Número de palabras: 6,001

Advertencia:

implica cuarteto, consentimiento un poco dudoso (polen sexual BC), numerosos orgasmos, mucho uso de noona, todo tipo de diversión sin fin

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Como la noona del dormitorio ("Pero no me llames así. No soy mayor que tú, así que llámame el dormitorio noona, si es necesario", les dijiste), a veces solo querías que el lugar se viera muy bien. Limpio y fresco, y no como un grupo de niños viviera en él.

En su mayor parte, los chicos de WayV mantuvieron sus dormitorios bastante limpios, pero hubo momentos en que entraste y solo querías darte la vuelta y volver a salir. Simplemente apestarían a energía masculina, no a un olor literal, solo a una vibración.

Es por eso que hoy, decidiste, ibas a hacer algo para refrescar el lugar.

Recientemente habías visitado un jardín botánico, y aunque había un par de letreros en todo el lugar que mencionaban no tomar ningún esqueje de plantas, no habías visto a nadie mirando cuando había una planta particularmente bonita escondida en una esquina trasera del jardín.

Era una planta hermosa con hojas que brillaban de un verde intenso, flores vibrantes en un rico tono púrpura. Olía increíble. Y sabías que cambiaría cualquier espacio en el que estuviera en algo maravilloso. Así que miraste a tu alrededor, buscando una cámara de seguridad o cualquier otra persona que pudiera ver, y habías robado un recorte de la planta.

Tenías un poco de pulgar verde, el toque de la bruja, tu abuela lo había llamado una vez. Podías revivir casi cualquier planta, hacer que algo creciera de la nada, y con tu pequeño fragmento de la hermosa planta del jardín, ya habías tenido un poco de crecimiento en la maceta en la que la habías plantado tan pronto como llegaste a casa ese día.

Y esa es la pequeña planta que les regalaste a los chicos. A ninguno de ellos le importó particularmente. No crees que YangYang lo haya notado. Kun te había dicho que apreciaba la idea, pero dudaba que pudieran mantenerla viva. Ten fue el más intrigado por eso, preguntándote qué tipo de planta era, pero crees que fue principalmente porque se preguntó si era amigable con los gatos.

Durante un tiempo nada salió de la planta. Lo revisabas cada día que estabas en el dormitorio, regándolo cuando parecía necesario, pero nada parecía suceder realmente. Hasta que una mañana entraste en el dormitorio.

Era media mañana, así que no te sorprendió que ninguno de ellos estuviera despierto. Incluso los gatos tenían algo de sueño, Louis se estiró en el sofá y Leon se estiró lánguidamente, levantándose de su lugar solo el tiempo suficiente para dejarte acariciarlo y para que se golpeara la cabeza contra tu mano antes de volver a dormir.

Te ocupaste de tus asuntos habituales: guardar los comestibles que les habías comprado, limpiar, ordenar.

Nada estaba fuera de lo común, y luego notaste tu pequeña planta sentada en el alféizar de la ventana. Había brotado muy bien, un pequeño brote de ese verde brillante se había levantado del suelo, y en él había un pequeño brote de color púrpura pálido que estabas seguro de que florecería pronto en una versión más pequeña de las flores púrpuras magníficamente vibrantes que habías visto en el jardín.