Rebornᵗᵛᵈ [Descontinuada]

05

Actualmente estoy conduciendo el coche de mi padre. Es un poco ilegal, y él no sabe que lo tengo. Bueno, en realidad no es "un poco" ilegal. Es definitivamente ilegal. Pero, técnicamente tengo 34 años. Así que no cuenta.

Además, he hecho cosas más ilegales que esto. Estoy de camino a Whittmore College ahora mismo.

Hubiera llevado a mis amigos pero, decidí que cuanta menos gente haya, más cómodo estará Enzo.

Eso, si no me mata. Sí, voy a salvar a Enzo. No merecía que lo dejaran morir así.

Cuando llego a la universidad ya es de noche. Aparco el coche a cierta distancia y entro sigilosamente en el colegio Whittmore. Uso mi magia para bloquear las cámaras y la seguridad.

Murmuro un hechizo para abrir la puerta. Jeje. Me pregunto si Alohomora funcionaría. Lo intentaría, pero ahora no es el momento.

Después de esquivar a los guardias de seguridad durante un rato, por fin encuentro la zona donde están el despacho y las bodegas de Augustine. Mientras buscaba a Enzo, me crucé con otros vampiros idiotas, que pensaron que yo era un aperitivo.

Cuando sus manos me alcanzaron, les arranqué el corazón con mi magia. Fue un poco genial, pero me manché la chaqueta de cuero con sangre carmesí.

Busqué en algunas celdas. Finalmente miré en una, y allí estaba Enzo desplomado contra la pared lateral.

Parecía muy débil por haber sido torturado durante décadas. Le llamo. "¡Enzo!"

Sus ojos se abren de repente, llenos de esperanza perdida. Levanta la vista, con la mandíbula apretada y la cara tensa, probablemente esperando que algún médico psicópata venga a torturarle un poco más.

Cuando me ve, se relaja. "¿Quién eres y qué haces aquí?" Susurra débilmente.

"Soy Ariella. He venido a salvarte".

"¿Por qué quieres salvarme a mí? No me conoces" Dice, con su acento británico todavía marcado.

"No creo que nadie deba ser torturado por lo que es. Te compadezco. Ahora ven. Iré a sacarte de aquí, y luego podrás matar a alguno de esos médicos que te torturaron" Le digo, mientras pongo las manos en los barrotes oxidados y los rompo usando mi magia.

Intenta levantarse débilmente, pero tropieza. "Necesito sangre" Dice débilmente.

Me golpeo mentalmente. "Así que eso es lo que olvidé" Murmuro en voz baja. Le tiendo la muñeca, indicándole que beba de mí. "Si bebes demasiado, no dudaré en hacerte daño" Le advierto.

Vacila, pero le doy ánimos con la cabeza. Me muerde la muñeca y me saca sangre. Jadeo por el escozor. Sigue bebiendo. Pasan unos segundos. "Enzo, para", murmuro débilmente. No lo hace.

Utilizo mi magia para empujarlo. Vuela por la celda y su cuerpo golpea la pared con una mueca de dolor. Levanta la cabeza con pesar. "Lo siento".

Me ofrece su muñeca a cambio y niego con la cabeza. Uso mi magia para curarme. "Vámonos".

Salgo de la celda y él me sigue. Le conduzco hasta una puerta donde se oye el bullicio de la gente. Le sonrío. Me mira confuso.

"Dentro de estas puertas hay varios médicos que trabajan aquí. Te torturan. Anda. Véngate. Tan violentamente como quieras. Pero no más de 20 minutos" Le digo, sonriendo al ver la ira y la sed de venganza iluminarse en sus ojos.

Sin mirar atrás, cruza las puertas a toda velocidad. Sólo oigo un silencio de sorpresa. Luego empiezan los gritos.

Me apoyo en la pared mientras espero a que Enzo termine y me miro las uñas. Debería hacerme otra manicura.