Cuando dices el nombre de Blackjack, muchos ciudadanos suelen temblar en horror. Ruiseñor suele bufar antes de regresar al trabajo.
Luego es su hermano quien se burla de él cuando le dice que debe trabajar con ese desquiciado.
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O...
Quackity es e...
"Si yo conociera a Dios, le haría explicar ¿Dónde estaba su ayuda cuándo quería cambiar? ¿Todo está loco o solo mi mente? Oh, piedad de mí, piedad de mí."
- 8 Graves
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Cuándo vives en un mundo de héroes y villanos, se vuelve completamente normal que un edificio explote, y que un héroe salga volando de este. Lo que no es común, es que el héroe que salió volando de la construcción, fuera el segundo héroe en el ranking.
Las personas entran en incluso más panico cuando el villano más temido sale de la construcción en busca de aquel héroe de cabellos castaños. La gente comienza a evacuar aquella zona de la ciudad.
El héroe Ruiseñor se levanta de entre los escombros y sacude su cabeza, para así quitar el polvo de sus rizados mechones castaños. Dirige su mirada rojiza a la figura que se acerca a paso firme hacia él.
De la nube de humo, sale una persona de la misma estatura que él, con un traje negro de combate con capucha, mechones azabaches cómo cabellera. Lo más resaltante, es una mordaza negra que cubre desde su barbilla hasta la nariz y unos vendajes blancos cubriendo sus ojos. No se podía ver ni un milímetro de su rostro. Blackjack podía ser imponente cuando quería.
—Jack- solo quiero hablar contigo —intenta hablar Ruiseñor.
—Debiste pensarlo antes de atacar a uno de mis socios —responde de manera seria.
—¡No sabía que era uno de tus socios! ¡Ya sabes! Son misiones asignadas. ¡Solo es mi trabajo! —Intenta bromear el oji-carmín.
Eso es algo cierto. Los héroes, además de ir patrullando por ahí y detener a todo criminal con el que se crucen, también deben cumplir ciertas tareas asignadas por el gobierno.
Esta vez, le asignaron investigar y capturara cierto comerciante de armas de "Las Nevadas." Claro que, Jack se enteró de inmediato y fue al rescate de su compañero.
—Touché. Bueno, te escucho —accede el azabache mientras esquiva un golpe del contrario.
—He de suponer que conoces a esta organización. ¿Cómo se llamaba? —Intenta recordar el castaño, sin embargo, es detenido al ser derribado por otra patada a su estómago—. ¡Oye! ¡Ni siquiera me dejas hablar!
—Tardas mucho, Ruiseñor. No tengo todo el tiempo del mundo. ¡Ya he realizado mi cometido! —Toma del pie al castaño y lo lanza por los aires. Salta para llegar a esa altura y tomarlo del cuello—. No tengo que escucharte. ¡Estoy aquí por gusto y aburrimiento! —Lo suelta y le da otra patada, haciendo que se estrelle con el suelo.
—¡Calma! —Ordena el oji-carmín usando su poder. Jack aterriza a un lado suyo.
—¡Cómo me gustaría atraparte en una jaula y escucharte cantar todo el día! —Le guiña un ojo—. ¡Pero! Lamentablemente, eso va en contra de mi morales. —El castaño bufa con gracia.
—¿Tienes morales? —Pregunta Ruiseñor sarcástico mientras sigue acostado en el suelo.
—¿Enserio creer que no tengo morales? ¿Qué clase de estereotipos de villanos les enseñan? ¡Tú y yo ya habíamos hablado de esto! ¡Nunca me había sentido tan ofendido! —Dramatiza el azabache mientras picotea la frente del héroe.
—A veces me pregunto la edad mental que tienes.
—Yo a veces me pregunto si en verdad eres un héroe —desafía Jack—. ¿Vas a decirme sí, o no?
—Bueno... ¿Haz escuchado de "Ghost"? —Pregunta el oji-carmín.
—Si. Esos idiotas nos han estado robando información y materia —gruñe el villano.
—Por eso mismo, queremos proponerte un trato, o una propuesta. Llámale como a tí te guste —Jack frunce el ceño al escuchar 'queremos'—. Si trabajas con nosotros y nos ayudas a investigar, no les haremos nada, ni a tí, ni a Las Nevadas mientras se realiza esta investigación. —Ofrece Ruiseñor.
—¿Cuál es el truco?
—¡No hay truco! Después de todo, también nos están robando a nosotros —intenta razonar el héroe mientras se sienta en el suelo correctamente.
El azabache se sienta a un lado suyo cruzando las piernas en forma de moño. Se quedan en silencio durante un tiempo, siendo el villano quién analiza la propuesta y el héroe quién espera de manera ansiosa.
Existe un extraño vínculo entre Blackjack y Ruiseñor. Son enemigos por naturaleza, eso es obvio. Son dos lados de la misma moneda. Son muchos los encuentros en el campo de batalla entre ambos. Justamente, él fue, uno de los primeros villanos que Ruiseñor había combatido cuando recién empezaba con su carrera. Aunque, es claro que el villano siempre ha sido más fuerte que él.
A pesar de todo, nunca han podido tener una 'salida de amigos,' puesto que sus bandos se los niegan. Nunca han hablado fuera del campo de batalla. Nunca se han dicho sus nombres —a pesar de que Jack ya conozca el suyo por los fanpages y páginas de información por parte del gobierno, públicamente abiertas—, nunca han tenido una conversación que no metiera sus trabajos, y nunca han dejado de pelear.
—¿Y? ¿Qué opinas? Yo tampoco tengo todo el tiempo del mundo —ríe el castaño.
—De acuerdo. ¡Pero! Dile a tus jefecitos que yo no iré a sus instalaciones —accede el villano.
—¿Es una cita? —Bromea el héroe.
—¿Estás tan desesperado?
—¿El sábado entonces? —Ignora olímpicamente la pregunta.
—Yo te buscaré. A las cinco, no llegues tarde —dice el azabache antes de desaparecer entre las sombras.
El oji-carmín se levanta del suelo y suelta suaves feromonas de felicidad. Ha completado su misión secundaria con éxito. Estaba a punto de irse a las instalaciones para notificar a sus superiores de la noticia, hasta que recuerda un factor importante.
¿Y la ubicación?
Se golpea a sí mismo en la cabeza por su gran estupidez. Se tira de nuevo al suelo soltando una queja cuando se golpea la cabeza con el pavimento. Le resta importante. Ha pasado por peores.
Ruiseñor suelta un suspiro cuando el sonido de las sirenas se hace presente. Mira fijamente al cielo cuestionando su existencia y sus razones del por qué continúa aquí. ¿Cómo carajos se metió en este tipo de asuntos?
Siempre le ha gustado ayudar a las personas, pero su pasión siempre ha sido otra cosa.
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1015 palabras.
• Los perezosos son los animales a los que más les gusta abrazar y lo hacen todo el día. Desde que nacen, abrazan los árboles y solo aflojan su abrazo de vez en cuando. Les gusta tanto abrazar, que a veces mueren abrazados.
