With You Father

Capítulo 4

Había vuelto a la universidad.

«Me importa una mierda lo que digan los demás» pensó Tony caminando por los pasillos de su facultad.

Podía sentir las miradas clavadas en su dirección y los murmullos que decían con disimulo mientras lo veían pasar. ¿Acaso, no podían ser más obvios? La mayoría ya se había enterado del escándalo con Johnny Rogers hace unos días.

"Lo engañaron con una tipa cualquiera" "Qué valor tiene para venir a clases" "Pobre, me da pena"

Tony apretó la mandíbula, reprimiendo cualquier insulto que podría salir de su boca. No iba a perder su tiempo y energía en discutir con personas que no aportaban nada en su vida.

—Que novedad, voy tarde a mi clase como siempre. —murmuró Tony viendo su reloj de mano y doblando una esquina.

Al instante, sintió como lo empujaban hacia la pared más cercana con una fuerza brutal.

—¡¿Qué mierda?! —exclamó con molestia, reconociendo a su agresor—. Podrías usar la cabeza y no los músculos, Johnny. —recriminó, cruzando los brazos—. ¿Qué rayos quieres?

El mencionado lo observó con la mirada enfurecida y le dió otro empujón antes de acortar peligrosamente la distancia entre ellos. 

«Soy el hazme reír de la Universidad y encima, se comporta como un imbécil» pensó Tony rodando los ojos.

—¿Te divertiste? —preguntó Johnny con la voz crispada de la ira—. ¿Meterte en la cama de mi papá fue divertido para ti?

Oh.

¿Era, eso? Tony contuvo una risita burlona, ladeando el rostro para enfrentarlo de la misma manera.

—Vamos, puedo meterme con quién quiera. —bufó, sin dejar de mirarlo—. Fuiste tú quien me terminó por un maldito mensaje de texto y luego, te metiste con la primera persona que encontraste en menos de una hora. ¿Lo olvidaste o qué? 

Johnny estampó su puño contra la pared, rozando peligrosamente la mejilla del castaño.

—¿Es por eso que cogiste con mi papá? —vociferó el rubio a centímetros de distancia de su rostro—. Son niveles completamente diferentes, no puedo creer de lo que eres capaz con tal de joderme.

Tony sonrió sin escrúpulos.

—¿Había niveles? —preguntó negando con la cabeza—. ¿Qué esperabas? ¿Verme llorar por ti o reclamarte por acabar con una relación de años sin explicaciones? —pausó para suspirar—. No vales la pena, Johnny Rogers.

El mencionado apretó los dientes, mostrando como las venas sobresalían por su cuello y mandíbula, conteniendo la furia que quería salir de su organismo.

Estaba muy cabreado.

—No te quiero volver a ver con mi papá. —dijo el rubio cogiendo de la muñeca al contrario con rudeza—. Te lo advierto, no te metas con él. —amenazó apretando su agarre—. Esto es entre tú y yo. Nadie más. ¿Entendiste?

«Nunca lo había visto de esa manera» pensó Tony tratando de soltarse.

—Lo que pasa conmigo y el señor Rogers, no te incumbe. —respondió dándole un manotazo para salirse del agarre—. Créeme que tampoco quiero hacerle daño.

«No quiero entrar en detalles sobre lo mucho que me ha gustado estar con el señor Rogers» pensó con las mejillas rojas, recordando las veces en que lo había tomado y lo bien que se sintió.

Steve Rogers, era un hombre realmente apasionado.

—Ni te atrevas. —gruñó el rubio, viendo su expresión—. Mi papá está fuera de tus posibilidades, Stark.