Untitled Stoory

Untitled Part 2 (1)

Ea, esto no canon. Esto ni siquiera debería de estar aquí, pero aún así existe porque aquí a veces pongo y elimino mis escritos para ver cuánto tiempo calcula que se tardaría un lector promedio en leer lo que sea que me hubiera decidido por escribir, pero cierta personita se había entrado a esto supongo que por curiosidad y pues ahí el motivo por el que tiene más de una visita.

Bueno, ya que estamos...

-!-!-!-!-!-!-!-!-!-

¡Hola, gente del mundo!

Acabo de cambiarme de perfil y al parecer esta mierda también ha cambiado de portada. O tal vez no. No estoy seguro de si en verdad ha cambiado o no porque no para de ir y volver y alternar entre la imagen de fondo de una "M" (sí, el predeterminado para los usuarios que por pereza no le ponen una imagen más decente) y ese monigote que me he puesto de foto de perfil. ¿Quién coño lo sabrá?

De todos modos, ahí está la premisa de este sin sentido ahora: Soy un monigote, y tengo que aceptarlo.

¡Oh, pobre de mí, que carezco de cuerpo físico y le lamo las botas a mi creador!

No, no, claro que no es fetiche. No me estoy dejando lamer las botas por ese motivo. Es solo que si tanto insiste entonces, bueno... Tampoco es que pueda negarme, la verdad.

¡Oh, maldito degenerado, que me dejas con tanta soberbia lamer tus botas!

Y ya estamos con mi típica charla de esquizo donde me rebajo al mismo nivel que una mierda.

Como sea. Esta escena me ha recordado tanto a esa premisa que estoy intentando lograr con tanta pasión con esos conceptos que hasta he acabado olvidándome el motivo por el que ahora he querido escribir esto.

Pero esa es la cuestión siempre. Escribir, y escribir, y escribir, y escribir, para luego volver a escribir para seguir escribiendo. Tanta pasión le pongo como humano que ya no sé si quiero seguir considerándome así.

Y escribir y escribir y escribir...

Ya hemos pasado de página, monigote estúpido.

Pero yo aún no he logrado superar esas palabras, creador idiota.

¡Agh, ¿cómo es que me puedo atrever a lanzarme semejantes dagas envenenadas?!

Exacto, ¿cómo es que pudiste hacer tal atrocidad teniendome a mí para consolarte? Confié en ti, mi creador...

Ya, ya... Joder, me estoy perdiendo otra vez.

¿Sabes? Tengo la extraña sensación de que ya hiciste esto una vez y como resultado acabaste montándote tremenda historia irracional en tu mente.

Y claro que lo tendrás. Si al fin y al cabo esto se está volviendo a repetir, solo que ahora tú no tienes valor en absoluto para montar una narrativa sólida.

Bueno, sólida a tu parecer, porque es una mierda, sinceramente.

¡Agh, y ahí va otra daga envenenada!

¡Aguanta, creador mío!

No, aguarda. Todo esto este dolor es tan mental como Tom, que es otro personaje ficticio.

Ehm... ¿Debería ponerme celoso?

Verás, pequeña criatura mía. Tom es, como bien acabo de decir, un personaje que inventé para participar en un torneo de estas cosas, que digamos.

¡Pero si ni siquiera te he preguntado por quién diablos es ese tipo inexistente!

Sí, sí, te he escuchado. Ahora a callarse y a aguantarse, que va para corto.

¿No sería mejor en todo caso decir 'para largo'?

Lo sería, no te lo voy a negar, pero eso supondría mentir, y ahora me he levantado tan mal que mentir únicamente amargaría más mi estúpida existencia.

Joder, ni que nunca hubieras mentido estando malhumorado...

Qué cosas dices, de verdad. ¿Acaso te estás escuchando a ti mismo?

Leyendo, mejor dicho.

No me corrijas, pequeña sabandija... ¡En fin! El caso es que quise participar en el susodicho torneo de hacer viñetas y cómics cuando--

No me interesa.

Al menos finge que tienes un poquito de eso que tanto te falta...

Imposible, y si ya de entrada yo soy tú, ya me dirás qué ganas te quedan para seguir contando semejante tontería.

Qué bien me conoces...

Pues claro. Después de todo--

Que sí, que sí, que ya me quedó claro ese detalle.

Tío, te estás volviendo loco. Te recomendaría que vayas a tocar un poco de hierba.

No, ni loco voy a hacer eso que luego me enfermo. Lo dices tan natural que casi me parece que no crees que ya he tenido bastante con este encierro.

Encierro de locos, ¿no?

Encierro de cuerdos, sí. Eso acaba transformando a cualquiera por el que pase por él.

Y volvemos al mismo problema... Para empezar, ¿de qué cojones estás hablando?

No lo sé, monigote mío, no lo sé. Sólo quiero dejar de existir, y nada más.

Y prefieres no decir la palabrita que tiene por letra inicial el mismo de tu nombre por temor a que te censuren, ¿no es así?

Ahí le has dado. En serio, como me gustaría dejar de crecer y seguir tan despreocupado como niño.

Buff, quita, quita. Tanto tú como yo sabemos que eso es, además de imposible, detestable. O sea, tío, ¿cómo se te ocurre por la cabeza dejar a un lado tus responsabilidades? ¡Si tienes que madurar!

Pero lo encuentro imposible si todo el mundo puede vivir y yo no.

Imposible o no... Mejor cambia de tema.

¡Sí, señor!

¡Oye, que aquí yo no soy el que manda, sino tú!

¡Cállate, señor!

¡¿Y ahora de dónde vino esa condescendencia?!

Pues me la he sacado del orto, y ahora adiosín, monigote mío~

¡Noooooooooooo...!

¡Pam! Todos muertos. O bueno, esa cosa muerta, si es que estuvo viva alguna vez.

Maldito teatro. Maldito todo. Maldita nada.

Te puedo decir ahora que esto es tan absurdo como ponerse sentimental y llorar ahora mientras escribo esto, pero sé muy bien que eso se quedará como una ridícula mentira si te lo digo de ese modo.

Me despido, y no os despidáis, que creo que ya estoy llegando a mi límite. Pero vosotros... no.

Todavía no...