prólogo

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Horrible.

Asqueroso.

Cada día es igual para Dazai, de nuevo se levanta de su cama a las 8 pm como si estuviese programado, toda su vida parecía programada por números binarios perfectos sin alteraciones, solo unos y ceros.

El día de hoy no debía ir a la Agencia, le habían dado de licencia por un intento de suicidio que casi dejaba de ser intento, y mirándose al espejo sonrió sarcástico al recordar las palabras de su jefe "despeja la mente", quizá debía hacerle caso, aunque esas frases motivadoras de propaganda no le hacían ni pizca de gracia y jamás se lo hizo, las consideraba la mayor aberración existente pero algo le decía que su jefe realmente quería motivarlo.

Reposa su cuerpo en el sillón viejo de su departamento mientras mira con eso ojos sin vida un papel que le había dado Atsushi, era un mapa, una ubicación mejor dicho, se hallaba en el monte de Yokohama, Atsushi le comento que allí habían desde iglesias budistas hasta estatuas de dragones los cuales eran adorados por la gente, y no es que tuviese algo en contra de la religión pero... llegar a ese extremo quizá si sea mucho para el en especial.

Sin embargo...

Dazai observo una madera en el techo e la cual podía colgarse, tentador.

Observó nuevamente el mapa.

Suspira hondo y se despina el cabello frutrado. - Con que dioses eh?













Y allí estaba caminando sobre el suelo blanco siguiendo un sendero que casi no se notaba, fue cuestión de tiempo cuando se encontró con un buda, y cualquiera se hubiese reído ya que pareció una guerra de miradas entre Dazai y el buda sonriente, entrecierra los ojos y se niega a intercalar palabras con aquella estatuilla por lo que sigue de largo, a lo mejor el budismo no era para el.

Pero se enfrentó a qué ninguna figura religiosa se le era de su agrado, el recorrido solo lo fastidiaba más y más pero ya estaba allí.

Decidió subir hasta la cima y luego regresarse a casa sin esperanza alguna, todo fue por nada, pensaba en su cabeza.

Y cuando el sendero acabó y se difuminaba con la nieve observo que allí en la cúspide más alta había un gran cerezo que transmitía admiración, parecía que la nieve ni las estación invernal lo había afectado por lo fuerte y rosado que estaba, presumiendo sus bellas flores, debajo de el habías una banca de madera echa para que aquel que recorrió todo el sendero pudiese descansar y ser premiado.

Se sentó y admiro el paisaje que de allí brindaba las colina de la ciudad, y fue por casualidad que noto que al lado del cerezo había una estatua de un zorro, un zorro pequeño, de nueve colas el cual estaba sentado, debajo de esta estatua habían algunas ofrendas pequeñas como florcitas y un pequeño bento que alguien había dejado para aquella deidad.

Y dejándose llevar por la comodidad y la tranquilidad del sitio comenzó a hablar.

- Sabes? mis amigos me recomendaron venir aquí, quizá en un intento para alargar mi vida, una vida que está hambrienta de sentido, de amor, pero en cambio estás vacía al igual que mi ataúd, llenando mi ataúd podré llenar mi alma?

La repetición me consume y me sostiene de la mano para cruzar la calle, prohibiendome conocer otras personas, privandome de todo lo que me hace feliz, atandome por siempre al mismo camino como si fuese una caja musical condenada a tocar la misma canción, y odio está canción, odio lo desafinada que es, el compas lúgubre y triste que tiene, y la letra tan desgarradora que cuenta la historia de una vida que pronto fallecera.

Cada segundo no es un segundo más, es un segundo menos para mí, oh pequeño zorro, la tristeza me abunda...

Y es entonces dónde una ráfaga de viento hace sonar las hojas del cerezo y mueve los cabellos de Dazai, las flores rosadas que dormían en el piso comienzan a levantarse y dar vueltas con el viento alrededor de el, y casi sin razón alguna comienza a llorar por la paz transmitida por aquella ráfaga de viento sin notar que detrás e el las flores del cerezo levitaban aún más dando una forma humana.

A sus espaldas Dazai escucha una voz grave que le dijo

—Con que tristeza eh?

Bajo el mismo cerezo // skk ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora