Un joven adulto llamado Dazai lleva una vida triste en la ciudad de Yokohama, repetición tras repetición, y en un acto desesperado recurre a las religión, caminaba cada diaa hacía un monte donde dormitaba un supuesto dios de siete colas.
Y le contab...
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"—No hay tiempo de explicar! solo vamos a casa!"
Fue lo último que dijo Chuuya antes de que decidieran volver al departamento por decisión de este.
Completamente irracional, opinión de Dazai, pero quién es el para cuestionar a una deidad ¿no?, la curiosidad le pico todo el camino hasta a casa, imaginando un mar de posibilidades de cual sería la urgencia de Chuuya y vaya que se llevó una sorpresa cuando vio a dicho zorro tirado en el sofá distraído con propagandas de la tele mientras masticaba lo que parecía ser chicle.
¿Estaba bromeando con el? ¿esto era parte de su terapia gratuita? No iba a conseguir respuestas estando allí parado callado, sin decir nada.
—Y bien? —preguntó con tono de irritabilidad.
—Y bien que?—sin prestar ningún tipo de atención, estaba demasiado absorto en aquella pantalla de colores como para escuchar esa molesta voz.
—¿Cual era la urgencia de venir?
—¿Urgencia? de que hablas humano idiota no hay ninguna urgen- Oh! Eso era!
De inmediato recordó porque necesitaba volver al hogar y, saliendo del trance de la televisión fijo su mirada en un Dazai que lo miraba confundido. —Veras, creo saber que te puede ayudar.
Dijo bastante entusiasmado por ser tan "astuto" para darse cuenta, y se acercaba a pasos tranquilos mientras que Dazai solo podía alejarse con pasos temblorosos por la incertidumbre y la repentina cercanía, llegó un punto dónde Dazai quedó apoyándose—o aferrándose— a la pared que tenía detrás mientras que Chuuya estaba lo suficientemente cerca como para sentir su olor.
—Esa ayuda tiene algo que ver con la cercanía porque si es así creo estar bien, no es necesario tanta... eeh... proximidad ?
Chuuya puso su mano en la boca de Dazai para callarlo.—Creeme que si es necesario.
El zorro se tomó el tiempo de observarlo con detenimiento, llamando su atención varias partes de su rostro, que no tuvo reparo en acariciar suavemente, sus dedos se toparon con sus cabellos, en los cuales paso sus dedos sintiéndose reconfortado por la suavidad de esos rulos cafés. Aún bajo la mirada de Dazai apoyo su mano sobre la de el, una vez recibió aprobación para continuar la levantó, entrelazó sus dedos de forma suave con mucho cuidado, sintiendo como el castaño relajaba su respiración sintió la confianza para besar el dorso.
Siguió repartiendo besos por todo el dorso llegando a la muñeca, dónde dejo sus labios apoyados y observó a Dazai—Lo estoy haciendo bien?—preguntó con verdadera inocencia observando el rostro sonrojado acompañado por respiraciones pesadas y entrecortadas.
—No.—eso confundió al pelirrojo que frunció el seño en confusión, enseguida Dazai los obligó a cambiar de posición, ubicando a Chuuya contra la pared y a si mismo enfrente de el, o casi encima por cómo estaba sujetando los brazos de Chuuya.—Lo estás haciendo muy lento cariño.
