[ I ]

196 24 31
                                    



















—Con que tristeza eh?—se escucho en su espalda una voz ronca que lo hizo saltar del susto de su lugar y reincorporarse inmediatamente observando al que tenía enfrente.

Era un chico pelirrojo, de estatura un poco mas baja que la de el, ojos celestes, y una piel bronceada, cosa que, hubiesen llamado totalmente su atención cada una de esas características si no fuese porque su atención era atraída por aquellas orejas de zorro en su cabello y sus colas, si, "sus" en plural porque este anormal chico llevaba nueve colas, ni dos ni diez—como si no fuese suficiente una sola para asombrar a cualquiera— este llevaba nueve. Y no hizo falta ser el mejor detective del mundo aunque casi lo era, para notar que este chico zorro era, y llamen loco a Dazai por creer esto, en efecto el mismo zorro que el de la estatuilla.

¿Una total desfachatez verdad?

Fue lo que pensó, pero no podía explicar de otra forma este fenómeno sobrenatural, y es que Dazai estaba totalmente boquiabierto y asustado aunque más que eso confundido, y esto fue notado por el misterioso chico sonriente el cual apenas lo noto quito su sonrisa y su actitud extrovertida por una arrepentida por haberse mostrado así sin más.

—Entiendo que estés confundido... escucha, me llamo Arahabaki aunque mi nombre humano fue y es Chuuya, soy la deidad que protege estás colinas y todo este espacio verde que notas, soy el espíritu animal de un zorro aunque eso lo habrás notado—intento fallido de hacer reír al castaño así que prefirió no confundirlo más— Lo siento si te asombre, mira, escuché lo que dijiste y, ¡de ninguna forma puedo permitirlo!

Dazai hizo una expresión de confusión ¿de que carajos hablaba?

—Nadie debería sentir eso, escucha, el sol sale cada día por ti, la noche cae para que tú puedas descansar, la lluvia aparece para hacer crecer tu alimento así estás alimentado, el mundo te da agua para tu sed y tu corazón late cada día para que puedas disfrutar cada momento de tu vida.

Es una única oportunidad, y hay tantos colaborando para ti y solo para ti ¿cómo puedes decir esas cosas? No. No lo permito, de aquí y en más yo, Chuuya, una deidad en forma de zorro va a hacer que todos y cada uno de tus días sean especiales y únicos.

No hay forma de explicar cómo se sentía Dazai, esas palabras quizá lo habían conmovido un poco y estuvo apunto de sonreír pero no creía que era momento de sentimentalismo, primero lo primero.

—Espera, ¿eres un dios o algo así?

—Si, algo así, ey! acaso si escuchaste algo de lo que dije?

—¿Asi cómo la estatua de buda de allí abajo?

Chuuya comenzaba a molestarse por ser prácticamente ignorado—No, buda no existe.

—Ya veo...—mira al suelo pensativo ante la mirada de aquel chico-zorro

—Oye lo que dije antes-

—¿Como piensas hacerlo?—lo interrumpe Dazai realmente serio.

—Ah,... pues, iré viendo sobre la marcha ¿si sabes lo que te digo? soy un dios lo tengo todo manejado, primero necesito conocerte y a lo mejor se le ocurre algo.

—¡¿"A lo mejor"?!

—Shhh~ Bien, ahora vamos a tu santuario, u hogar, o choza, o donde sea que vivas humano.—dijo restando importancia y despreocupado rascándose una de sus orejas felpudas.

—Primero, no soy "humano" me llamo Dazai, Osamu Dazai, segundo, recién empiezo a entender tu existencia, me vendria bien tiempo para tragar todo esto y tercero, ¿porque necesitas ir?

Bajo el mismo cerezo // skk ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora