Desamor

Parte 10

Desamor parte 10

Llegamos a casa y como si hubiéramos estado hambrientos por estar juntos, tuvimos sexo.

Caminamos besándonos hasta la habitación y fui lentamente desabrochando su blusa hasta poder observar sus senos, su mirada excitada me decía que fuera más rápido, pero pretendía tomarme mi tiempo, de pronto dejo de besarme y me miro confundida.

-Bueno, ¿y qué sigue? – me susurro al oído

-Lo que tu digas hermosa- dije en voz baja

Me miro avergonzada y continúe besándola, la recosté en la cama y le quite su pantalón, enseguida me tomé la molestia de observar su cuerpo y apreciarlo, su ropa interior violeta combinada con su tono de piel. Comencé a acariciar sus muslos con sutileza hasta llegar a su entrepierna.

-Aaah- exclamó de pronto ella

- ¿Qué sucede? ¿Te asustaste? - me detuve de inmediato

-No es nada, es solo que me puse nerviosa- me mira intranquila

-Calma Javiera, no haré nada que no quieras hacer- la mire seriamente tome su mano con delicadeza y la bese

-No, no es lo que estas pensando, es que vas tan lento que me impaciento, haces que se me erice la piel- se sonroja

Sonrió al verla tan tímida y respondo:

-Si estas tan nerviosa por que te estoy tocando, tócame también- Le tomo su mano y la coloco en mi abdomen, mientras procedo a desnudarme frente a ella.

Javiera dudosa, toca mi abdomen recorriendo mi cuerpo y bajando su mano de inmediato hasta llegar a mi pene erecto, donde comienza a masturbarlo.

-*Ah Javiera- gemí de pronto y trato de reprimirlo

-No lo contengas- Murmuró ella

-Si vas a jugar así, no podre ser amable contigo- La miro con deseo

-No quiero que lo seas- me mira lujuriosa

-Entonces esta vez iré rápido, ¿Puedo meterlo? - me dispongo a poner el condón

-Deja de preguntar todo- me sella la boca con un beso

Comencé metiendo mis dedos en su interior y ella se estremecía cada vez más, hasta que cuando me di cuenta de lo húmeda que estaba, la metí por completo. Ella gritaba de placer mientras lamia sus pezones y los succionaba, Javiera comenzó a morder y besar mi cuello hasta que nuestras miradas salvajes se cruzaron, sus ojos brillaban por la excitación, y cada vez que la metía podía escuchar sus gemidos y los míos, podía sentir sus uñas clavándose en mi espalda mientras me envolvía con sus piernas apretándome contra ella, tuvimos el sexo mas apasionado de todos hasta que toda esa fantasía llego a su fin.

Después de acabar nos quedamos en mi cama tan solo acariciándonos y mirándonos el uno al otro, cuando Javiera habló de repente.

-Jordán, ¿Acaso yo te gusto? - pregunta con curiosidad

-Sino me gustaras ¿Podría haber hecho esto? – La mire sin saber lo que estaba diciendo

-Lo digo por otra cosa- desvía la mirada

-A mi especialmente me atraes, siento una especie de química cuando estoy contigo y podría desnudarte en cualquier momento, pero no creo que esto sea amor o más bien creo que es un capricho- dice Javiera

-Bueno Javiera, de todas formas, a mí no me importaría seguir haciendo esto contigo, prometo no enamorarme de ti y tampoco molestarte- sonrió después de decir cosas sin sentido