Desamor

Parte 2

Desamor parte 2

La primavera llego y era el comienzo de un nuevo año, yo Daniel el chico que solía ser un jugador de computadoras, que comía como un loco, y que solía observar mujeres porque no me atrevía acercarme a ninguna, había cambiado, cambie completamente.

Desde mi egreso en el hospital me dispuse hacer lo que nunca pensé que haría, un deportista musculoso, entrenar lo más que pudiera, simplemente después de la lección que aprendí, , llegue a pensar que me podrían golpear en cualquier momento de mi vida o me tocaría defender a alguien que yo quisiera, y que debía saber cómo protegerme, todo para poder ayudar o defender a los demás, iba al gimnasio 3 veces a la semana, y a boxeo 2 veces por semana, literalmente de lunes a viernes haciendo ejercicio, finde semanas descansaba, me dispuse a cuidar a menudo mi alimentación y ya no tenía tiempo de jugar, mi grupo de juegos poco a poco se disolvió porque todos comenzaron a tener vida de adultos y tenían cosas más importantes que hacer, y a pesar de que manteníamos el contacto, casi nunca los veía, ya que todos están en una relación ahora, mientras yo llevo 4 años de mi vida solo esculpiendo mi cuerpo.

Después de cambiarme de colegio comencé a hablar con más personas, y ahí fue donde conocí el boxeo me inscribir en un par de clases y me quedé ahí, solo me preocupaba por mí, y de nadie más. Termine el colegio y a pesar de que Alice estaba sepultada en el pasado, no la volví a ver, ingrese a la universidad y era mi primer año en la carrera de nutrición, me quería inspirar y llevar una vida saludable, también ayudar a las demás personas con problemas de sobrepeso y obesidad como los problemas que tuve yo, siempre es difícil salir adelante solo, después de caer en lo más bajo, la realidad te golpea y te terminas dando cuenta, de los errores y el tiempo que has perdido de cuidarte a ti mismo, pensé en terminar esta carrera ya que también me ayudaría a mi rendimiento deportivo y profesional.

Como siempre en las primeras clases universitarias, no se hizo nada el primer día, tan solo presentaciones personales e introducción a la materia, no hubo nada que hacer, solo hablar y conocer a las personas que rodeaban esa sala, hasta que escuche de una fiesta de disfraces para los de primer año de las carreras de salud. Me entusiasmé con un nuevo amigo que me hice ese día.

-Joaquín ¿vas a la fiesta de disfraces? -

-Que aburrido-se ríe, pero la verdad solo iré para conocer chicas, deberíamos irnos junto a la Camila, para que no nos vean llegando solos.

-Me rio, tienes razón

- ¿De qué están hablando? - sonríe Camila

-De que nos vas a acompañar este viernes a la fiesta- repite Joaquín

-Bueno los acompaño solo porque los conocí primero a ustedes y me acaban de comprometer- Dice Camila

-Eres la mejor y alguien tendrá que llevarnos en su auto ese día, porque todos vamos a querer emborracharnos

-Me ofrezco a ir manejando, pero devuelta no prometo nada- exclamé

-Chicos, voy a pensar si tomaré, pero en serio, sino devuelta nos vamos en Uber- dice Camila

-Está bien, ya estamos organizados entonces.

Llego el día de la fiesta de disfraces y me sentía un poco ridículo, como era poco creativo, me fui disfrazado de el zorro, el protagonista de la película, con mi antifaz y mi capa negra. Mi amigo Joaquín era Batman y cuando nos vimos solo pudimos bromear y reírnos del otro, Camila, sin embargo, era la mujer maravilla y ya hasta comenzaba a sentir que mi disfraz era el más aburrido.

Entramos y estaba super lleno el local, lleno de ruido y mucha gente, nos sentamos a tomar algo y luego Joaquín y Camila me dejaron solo para irse a bailar. Todo estaba bien loco, y hasta pensaba que era el único allí sentado sin ir a bailar, de pronto observo a una chica que estaba sola también, sentada en otra mesa.