Laura era una bailarina apasionada y quería que Armand compartiera su amor por la música y el baile. Sin embargo, Armand nunca había escuchado salsa antes y mucho menos podía moverse al ritmo de las congas. Con mucha paciencia y risas, Laura le enseñó sus pasos y finalmente, lograron sincronizar sus movimientos y llenar el salón de la casa de baile. Un momento muy cómico y amoroso.
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La Luz de La Oscuridad
AventuraUna historia de un joven emprendedor vampiro y su gran hazaña en la vida humana.