Entrenamientos
Isabella se enfocó en su objetivo mientras lanzaba un campo de fuerza contra uno de los blancos de tiro. La barrera protectora envolvió al blanco y lo hizo explotar en mil pedazos. Su reflejo turquesa brilló con intensidad mientras se preparaba para el siguiente ataque. Antonio, por su parte, estaba creando pilares de tierra para bloquear los disparos de los blancos de tiro. Con un gesto de su mano, hizo que la tierra se levantara del suelo y se convirtiera en una muralla protectora. Los disparos impactaron contra la pared y se desintegraron, dejando solo polvo en el aire. Marie se concentraba en su telepatía, tratando de escuchar los pensamientos de las personas a distancia. De repente, su mente se abrió a un nuevo nivel y pudo comunicarse con un pequeño gorrión que volaba cerca. El ave la miró con curiosidad mientras Marie sonreía con asombro. David flotaba en el aire, sus ojos cerrados mientras utilizaba su telequinesis para levantar varios objetos al mismo tiempo. El turquesa de su poder brillaba mientras los objetos giraban en el aire y se disparaban contra los blancos de tiro. Uno tras otro, los blancos explotaban en mil pedazos, como si fueran papel. El lugar donde estaban entrenando era una enorme sala subterránea, construida especialmente como refugio en caso de una guerra. Con más de ochocientos metros cuadrados, tenía techos altos y paredes reforzadas para soportar el impacto de una bomba nuclear. Los blancos de tiro estaban dispuestos en diferentes puntos de la sala, simulando un combate real contra sus enemigos.
Después de varias horas de entrenamiento intenso, los jóvenes se detuvieron para descansar y recuperar el aliento. Isabella se acercó a Ezekiel y le preguntó con entusiasmo:
-¿Crees que nuestras habilidades serán lo suficientemente poderosas para enfrentar al sacerdote?
Ezekiel sonrió y asintió con la cabeza.
-Sin duda alguna, chicos. Con el entrenamiento adecuado, podrían derrotar a cualquier enemigo que se les presente -respondió, al mismo tiempo que los demás se acercaban a ellos.
-No puedo creer que pueda volar -dijo David impresionado por lo que acababa de hacer, ya que no sabía que podía elevarse a sí mismo con su telequinesis. Marie, por su parte, decidió poner en práctica su nueva habilidad de comunicarse con los animales.
-Chicos, miren esto -dijo, llamando la atención de todos. Se concentró y cerró los ojos, tratando de sintonizarse con cualquier criatura cercana. Al principio no sintió nada, pero luego empezó a escuchar un suave zumbido en su cabeza. Abrió los ojos y vio a un pequeño pájaro posado en una rama cercana. La longitud total de la especie era de aproximadamente setenta centímetros y su peso era de novecientos gramos. Su plumaje era de un color verde oliva brillante en la parte superior y un tono amarillo verdoso en la parte inferior. Su cabeza era grande y redondeada, con un pico fuerte y curvado de color negro. Los ojos eran grandes y de color amarillo brillante, rodeados por una zona desnuda de piel blanca. Las alas eran largas y estrechas, con una envergadura de noventa centímetros, y la cola era larga y puntiaguda. Los pies y las patas eran de color gris oscuro y tenían cuatro dedos, dos hacia adelante y dos hacia atrás, lo que les permitía agarrarse a las ramas con facilidad. El pájaro la miraba con curiosidad, y ella pudo sentir los pensamientos en su mente. "Hola, pequeño amigo", dijo en voz baja. "¿Puedes entenderme?". El pájaro emitió un trino alegre y saltó a otra rama cercana. Marie pudo sentir su emoción, y se dio cuenta de que estaba feliz de haber encontrado a alguien con quien hablar. Los otros miembros del grupo estaban asombrados por lo que Marie acababa de hacer. Nunca habían visto a alguien comunicarse con los animales de esa manera, y se preguntaron qué otros secretos podían estar ocultos dentro de sus propias habilidades.
Después de un momento, Joseph se acercó al grupo para hablar con ellos.
-Buen trabajo, chicos -dijo-. Están teniendo un progreso impresionante. Creo que están listos para pasar al siguiente nivel de entrenamiento. Ezekiel asintió en silencio detrás de él, y los cuatro jóvenes se pusieron en guardia, listos para cualquier desafío que les esperara. Sabían que no sería fácil, pero también sabían que tenían el apoyo y la guía de sus entrenadores para ayudarlos a tener éxito.Ezekiel les había enseñado todo sobre sus habilidades y cómo controlarlas; mientras Joseph les enseñaba combate cuerpo a cuerpo.
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LARIMAR: Un misterio bajo tierra © (BORRADOR)
FantasyESTE BORRADOR ES LA PRIMERA VERSIÓN DEL LIBRO, así que probablemente tenga algunos errores de estilo, cohesion, entre otros. En la tranquila ciudad de Barahills, los jóvenes Antonio, Marie, Isabella y David se embarcan en un proyecto universitario q...