Hola, dulce Violet.
No menti en la primera carta al escribirte que he caminado junto a ti incluso y no me haces ni caso, ni una mirada hacia mi, no te culpo, no todas las personas van pendientes de lo que sucede a su alrededor, de hecho, soy una persona así, solo que contigo es imposible serlo, al menos para mi.
Si pudieras notar mi cara de embobado al verte no podrías evitar reírte, es simplemente gracioso, este último tiempo ha sido mi cara casi todo el día, bueno, es exagerar todo el día, solo en momentos que te veo riendo por algún chiste o comentario hilarante que te han de decir tus amigos, una cosa soprendente es que ni ellos se den cuenta.
Mis dos amigos viven preguntándome quien me gusta, porque al parecer a todos tiene que gustarle alguien o tener pareja, bueno, en mi caso tener pareja no es una opción pero si el gustar de alguien, por ejemplo de ti, me gustas pero no me atrevo a declararme directamente; de igual modo, hago parecer que nadie me gusta, debido a lo molestos que pueden volverse ellos, deberías conocerlos, te agradarían por sus personalidades tan elocuentes.
Cabe aclarar que no quiero ocultar lo que siento hacia ti, si no que a parte de no querer aguantar boberias de mis amigos el otro punto es que siento que al hablar de ti con alguien que no sea conmigo mismo es volver más serio este sentimiento, y me da miedo... temo el que enamorarme de ti sea una posibilidad y que no pueda olvidarte por más que pueda, lo siento, soy un enamoradizo y un ridículo, ni yo entiendo que me pasa contigo.
Att:
Un romántico empedernido.
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Mi dulce Violet.
RomanceÉl le envía cartas a ella. Eso es lo único que la hace sonreír.