Capítulo 1

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Christopher daba vueltas en la cama sin poder dormir, desde esa tarde su mente le estaba dando vueltas a lo que Dulce le había dicho. Hubiera preferido que un tren hubiera pasado en ese mismo momento sobre su cuerpo antes que escuchar que Dulce se había enamorado de una chica. El corazón se le había hecho pedazos, pero lo único que pudo hacer fue felicitar a su amiga con un nudo en la garganta y rodearla con sus brazos; el amor de su vida había salido del closet y él seguía dentro de un cajón, y seguiría dentro por el resto de su vida por no haberse atrevido a contarle lo que sentía cuando tuvo la oportunidad.

—Me alegra que no te hayas enojado —dijo Dulce—. No hubiera sabido qué hacer si no estabas de acuerdo con esto —sonrió aliviada.

Christopher pensó seriamente en esas palabras que le había dicho Dulce; si él hubiera expresado que estaba en contra de su relación con una persona del mismo sexo, ¿ella habría dejado a aquella chica? ¿Si Dulce le hubiera dicho que se había enamorado de un chico, habría pensado lo mismo? Cualquiera hubiese sido la situación, él no le habría dicho lo que sentía, su amiga lo veía nada más como lo que eran: amigos. Mientras él sólo podía verla como un hombre ve a una mujer. Volvió a dar vueltas en la cama, notando la humedad en la almohada, era la primera vez que experimentaba un corazón roto, no estaba listo para ese sentimiento de vacío dentro de su pecho y el constante nudo en el estómago, de pronto comenzó a quedarse sin aire.

El mundo daba vueltas más lento, ella lo sentía así cuando estaba con Alex, de pronto se olvidaba de todos los problemas que la atormentaban y su mente encontraba la calma. Había recibido un mensaje suyo que decía: «Quiero enseñarte algo maravilloso», Alexis era así, espontánea y llena de misterios y sorpresas, su mente era ilegible y eso a Dulce la intrigaba y la llenaba de miedo a la vez. Subieron al punto más alto de la ciudad, Alexis llevaba unos pantalones holgados y una sudadera que le quedaba enorme, una coleta atrapaba su cabello castaño claro y Dulce pudo sentir un cosquilleo en su espina dorsal.

—Ya llegamos —dijo una vez que terminó de subir la roca, ayudando a Dulce a escalar lo que le quedaba por subir—. Míralo con tus propios ojos y dime si no es maravilloso —Dulce levantó la vista, frente a ella podía ver todas las luces de la ciudad, desde ese punto tan elevado parecía inmensa y hermosa. Sintió las manos de Alex rodear su cuello con suavidad, su cuerpo tembló, pero enseguida las manos levantaron su mentón haciéndole alzar su cabeza y mirar hacia el cielo, donde se podía contemplar todas esas estrellas que no se podían ver cerca de la ciudad.

—Wow —logró decir Dulce—. Esto es increíble.

—Te lo dije —Alex sonrió ante el asombro de Dul, se sentó en la roca y sacó una caja de cigarrillos del bolsillo de su pantalón, encendió uno y le dio una calada mientras veía a Dulce—. Nunca respondiste a mi pregunta —soltó al fin, la chica se volteó a verla sin entender a qué se refería—. Cuando nos conocimos en la farmacia de mis padres, te pregunté por qué querías saber cuáles eran los somníferos más fuertes que vendía y nunca respondiste —ella se encogió de hombros y se sentó junto a ella.

—Nada importante —dijo mirando ahora hacia la ciudad, pero Alexis no era ninguna tonta.

—¿Acaso tienes frecuentes episodios de insomnio que no puedes remediar, Dulce? ¿Por eso llevabas una caja de navajillas también? —preguntó dando otra calada a su cigarrillo, Dulce suspiró intentando no ahogarse con el humo del tabaco.

—Hasta hace una semana quería acabar con mi vida. Pero tranquila, esos pensamientos ya no rondan por mi cabeza —Alexis rió.

—Mira, no sé qué es eso tan grave como para que pienses en suicidarte, pero te puedo decir que el suicidio no es una buena opción nunca; créeme, lo único que conseguirás es lastimar a los que más quieres —aplastó el cigarrillo contra la roca y se recostó para contemplar las estrellas. Dulce la miró, ahí tendida mirando el cielo, juró que el latido de su corazón estaba causando un terremoto en la ciudad; se recostó a su lado—. ¿Quién te hizo daño? —Dulce dudó en responder, hasta que tomando aire comenzó a hablar.

—¿Alguna vez has cometido el mayor error de tu vida? —Alexis asintió con efusividad— Pues yo lo cometí hace ya casi un mes.

—¿Acaso asesinaste a alguien? —la interrumpió haciéndola reír.

—Claro que no, de hecho creo que eso habría sido mucho mejor que lo que hice —suspiró, su mirada se centró en una estrella que brillaba reflejando pequeños destellos de luz azul en el cielo—. Fui a una fiesta que habían organizado unos compañeros de clase sin avisarle a nadie, tomé una cerveza y me puse a hablar con un idiota que iba en mi curso, nos fuimos a una habitación y él me pidió que le hiciera una mamada, jamás había hecho algo así, pero en fin; se la chupé, el imbécil me tomó una foto, le pedí que la borrara y él me aseguró que lo había hecho, pero al día siguiente todo el puto mundo ya había visto la foto en la que aparezco haciéndole una mamada a ese idiota —Alexis suspiró y luego silbó.

—Menuda mierda, pero ¿sabes qué? Que se jodan todos esos idiotas. Ellos no te conocen, no debería preocuparte lo que digan de ti; eres la persona más increíble que he conocido jamás —Dulce sonrió sintiendo sus mejillas arder—. Y si te dicen algo, simplemente imagínalos en el baño haciendo fuerza y ríete de ellos en su cara —eso último le provocó una carcajada a Dulce, a la cual Alexis se unió— ¿Dul? —la mencionada se volteó para verla— Eres realmente increíble, si te dicen alguna vez que eres una puta tienen razón, eres una puta ama Dulce, la puta más increíble de todas —dijo sin quitarle la vista de los ojos color miel.

—Tú también eres la puta más increíble del mundo —respondió Dulce divertida, ambas rieron hasta que el silencio las invadió, lo único que se oía era el ruido de las bocinas de los autos en la ciudad; los ojos celestes de Alexis no se apartaban de los de ella, Dulce bajó la mirada a sus labios y sin poder evitarlo se inclinó para atrapar el labio inferior de Alex entre sus dientes y besarla. Ella respondió al beso rodeando el cuello de Dulce con sus brazos y atraiéndola más a su cuerpo, con la sensación a flor de piel se separaron sin aire y se miraron a los ojos con una sonrisa. En ese momento Dulce se dio cuenta de que, si el mundo giraba más lento cuando estaba con Alexis, cuando la besaba se detenía completamente.

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Hola!

Bueno, primer capítulo de esta historia... Dulce le rompió el corazón a nuestro Chris, pero a ella se la ve muy feliz con Alexis. ¿Qué pasará con ella?

Espero que les haya gustado, si fue así voten y comenten qué les pareció.

Besos!!

Inmarcesible ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora