˚₊· ͟͟͞͞➳❥ 𝐈𝐍𝐅𝐈𝐄𝐋... | Adult! Izuku M x Femɑle! Reader
─ Hayashi ___ vuelve a Japón después de mucho tiempo, encontrándose con antiguos amigos, pero... Se vuelve en la amante de alguien que está comprometido.
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「🦸🏻♂️」 F...
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Una semana después
Una semana había pasado desde ese entonces, ya llevabas casi dos semanas en Musutafu, he Izuku no había perdido el tiempo en mandarte cualquier tipo de mensajes, desde románticos, hasta subidos de tono, lo que sin duda hacía que ganara poco a poco más puntos.
Hasta ese momento, Izuku había avanzado demasiado, ya que, de siete puntos, pasó a veintiuno de los cincuenta para que por fin comenzaran con esa relación; al parecer, él estaba más que dispuesto a hacer todo lo posible para poder conquistarte, y eso era lo que más te gustaba.
Suspiraste y te levantaste de la cama, antes de salir de la habitación para ir a comer. Katsuki salió de su oficina, pero ni le dirigiste la mirada, solo pasaste de largo en dirección al piso de abajo.
Desde que habías recibido su llamada ese día donde se enteró de que le habías dado a Izuku una oportunidad, no le habías dirigido la palabra; no sabías si era por la pena o por el enojo, pero de lo que estabas segura, era que no ibas a hablarle. Bueno, no es como si Katsuki hiciera, aunque sea el intento de hablarte.
Entraste a la cocina, encontrándote con Akiko; ella poco a poco comenzó a perderte miedo, y ahora se habían vuelto más cercanas, pero obvio, no tan cercana como lo eras con Kazumi.
—Mi señora -hizo una reverencia cuando te sentaste- Buenas tardes -sonrió.
—Buenas tardes -dices sonriendo.
—En unos momentos estará la comida, no tardará
—Oh, no te preocupes -negaste- ¿Kazumi? -ves a los alrededores.
—Tuvo que salir de emergencia -hizo una mueca- Al parecer su hijo enfermó y tuvo que ir a verlo
—Oh, espero que se mejore -haces una pausa- ¿Cuántos años tiene su hijo?
—Tiene siete años -sonríe- Lo tuvo a los veintitrés años
—Vaya, a mi edad -asintió- ¿Y por qué no lo trae? Aquí lo cuidaría mejor
—Eso fue lo que le dijo nuestro señor, pero ella se negó -suspiró y dejó tu plato de comida frente a ti- Dijo que como ella siempre está muy ocupada en la casa, no tendría ni siquiera tiempo para poder cuidarlo; el señor le ofreció contratar una niñera para su hijo, pero de nuevo...
—Ella se negó -completaste la frase, viendo como Akiko asintió ante lo que dijiste.
—Sí, dijo que no era capaz de dejar a su hijo con alguien que no conocía -rascó la parte trasera de su cabeza- Ahorita mismo, una de sus amigas, lo está cuidando, debido a que ella trabaja todo el tiempo en casa. Lo malo, es que a veces no tiene ni tiempo para poder cuidar al niño, y a veces lo descuida -suspiró- Ya le hemos dicho que todas nosotras podemos cuidarlo, solo hay que turnarnos, pero no quiere, dice que no quiere darnos más responsabilidad; que el trabajo que tenemos ya es suficiente como para darnos más
