Cartas que nunca verás

¿te dolió?

Creo que dejo de dolerme. Aunque sigue aquí la nostalgia de saber que no estás, sentada en donde siempre comíamos me doy cuenta la falta que haces, porque a pesar de todo, tu presencia es necesaria.
A pesar de lo callado que eras, lo indiferente y lo estoico, tu me dabas paz, porque cuando te veía, sentía que debía ser mejor. No para impresionante, sino para estar bien conmigo misma.
Sabes, en cierta parte es patético. La noche que llore por ti me di cuenta de cuánto me gustabas, las lágrimas en mi mejillas, el nudo en mi garganta, cuando me quedé sin poder respirar. No pude darme cuenta en otro momento, tuve que romperme para saber que me gustabas, mucho más allá de lo que pensé.
Porque siempre he tenido en mi mente la frase de un libro "algunas almas deben romperse, para que otras se junten"
Que almas se unieron al momento de nosotros rompernos en mil fragmentos.