|ROYAL|
Las memorias borrosas persistían en sus recuerdos de dolor y sufrimiento, con cientos de voces exclamando lo poco importante que era en su propia familia. No tenía la misma importancia que el mayor, no era lo suficientemente cercano para ser el favorito de su madre. Alexby tuvo que vivir toda su vida con la marca de ser el insuficiente, sus logros jamás pudieron sobresalir de la inmensa estructura que Vegetta tenía solo con existir.
Sus entrenamientos eran mediocres, sus maestros lo miraban de reojo con desinterés desde la cumbre de las desgracias, aunque nadie lo expresara en voz alta, él mismo sabía que era una vergüenza para la familia real. Jamás podría ser él que capturara los murmullos respecto a lo perfecto que sería como candidato al trono, como tenía la oportunidad de robarle el puesto al primogénito de la familia.
Para un niño de escasos diez años, aquellas palabras llegaban como flechas de punta de acero a un débil corazón que solo necesitaba palabras de consuelo y un hombro en el cual desahogarse. Quizás el único pecado de la reina, fue el no poder aliviar el último porcentaje de un alma que requería ser salvada de una amarga existencia. Una en donde siempre tendría que sentarse sobre su rodilla, bajando la mirada a un par de zapatos lustrados para así poder trazar su supervivencia.
El príncipe Alexby XI, el segundo hijo del rey, el coronel de las tropas de la nación, próximamente Duque de las tierras universales. Era el fantasma de la familia real, su presentación a la nobleza fue el único banquete en que se le vio por completo, prefería refugiarse en su habitación, que compartir espacio con los cientos de animales salvajes que murmurarían en sus espaldas pero que mostrarían sonrisas fingidas cuando estuviera cerca. Aquellos que lo miraban con lastimaba por no ser como su pequeño hermano, sin duda, cuando Luzu tuvo la suficiente percepción del mundo, como para comenzar su propia vida, fue cuando el segundo entendió que su camino ya estaba destinado al fracaso.
Los celos era el único sentimiento que persistiría hasta el último suspiro de la realeza. El desear algo que no era tuyo, gozar de las riquezas ajenas, esperando al más mínimo descuido para apoderarse de todo, era una genética que jamás iba a poder desaparecer. Sobre todo en un ambiente en donde quien estuviera a la cabeza, sería el primero al que quisieran derribar. Sin importar que esto desapareciera por completo, la existencia de un linaje entero.
"Míralo, es notorio como desea tener el puesto del príncipe heredero."
"Además tiene la vergüenza de tratar así al pequeño príncipe, la difunta reina estaría bastante decepcionada de su comportamiento."
"No me sorprendería que usara su futuro puesto como coronel para comenzar con una traición a la corona."
Las únicas frases las cuales el príncipe había tenido la desdicha de encontrar, cuando escuchaba a hurtadillas a los nobles que visitaban el palacio, nadie en la nobleza tenía una buena reputación para el único de los hermanos que era el retrato vivo del rey Aragón.
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Ojalá | Luckity
FanfictionQuackity vivió siempre entre las sombras. Luzu vivió siempre entre los reflectores de un gran apellido. Quackity entendió como era vivir para sobrevivir. Luzu aprendió a cómo vivir entre su familia. Quackity era una escoria más en la sociedad. Luzu...