Desesperación

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La foto de arriba no es mía, no encontré el  @ del artista, si alguien sabe por favor dígamelo. 

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"Desesperación" esa era la palabra más correcta para describir todo momento que pasaba con Quackity. Pero no solo era eso y ya, Luzu podía distinguir distintos grados de la palabra, pasando desde "puedo soportarlo" hasta "Trágame tierra y escupeme en los brazos de Harry Styles"

De hecho, podía aguantar casi todas las pláticas en el autobús. Ese tipo de desesperación que sentía cuando estaban a solas era interesante, era algo que le provocaba un vuelco en el estómago pero que podía ser agradable.

Desde que había iniciado el coqueteo, lo que sentía en todo momento a su lado, cada que recordaba todas esas sonrisas que compartieron juntos y las miradas cómplices le llenaban de sentimientos verdaderamente buenos.

Y recordar la expresión de Quackity cuando le dijo que era lindo era algo muy bueno en realidad. Jamás había planeado y disfrutado de hacer, y estaba seguro de volverlo hacer cada vez que surgiera la oportunidad.

Lo único en lo que había fallado épicamente fue en tratar de mantener una conversación. ¡Su intención era hablar por más tiempo, no ir a su casa!

De nuevo, había sido vencido por su propia desesperación. Desesperación que podía entrar en la clasificación "Nunca creí llegar tan lejos" y que empeoró cuando entró a su casa.

Y como si la vida se empeñara a joderlo y su vida se basara en la frase "ya pasamos lo peor, ahora viene lo más culero", llegó Titi, ese niño que podía parecer un ángel a simple vista pero no lo era. La corta plática que tuvieron, las extrañas palabras que había utilizado.... ¡Todo había sido terrible!

A pesar de todo lo ocurrido en aquella casa. El breve momento en que se sintió cómplice de Quackity, ocultándose a Titi, fue agradable. Cuando compartieron esa sonrisa, todo parecía estar en su lugar ideal.

Ese instante se quedará siempre en su memoria. Su cuerpo había permanecido tranquilo en esos infinitos segundos que era imposible ponerlo en su desesperación.

Pero, como ya era costumbre, los minutos finales que pasó a su lado, fueron patéticos. Sus últimas palabras aún estaban atoradas en su garganta.

Esa última escena la clasificaría en "por favor, alguien máteme" .

Por esa razón, toda la mañana estuvo rezando para no encontrarse de nuevo en la mañana. No podía enfrentarlo tan pronto, necesitaba al menos un par de días para procesar la situación y poder continuar sin problemas.

Y al parecer rezar había dado resultado, pues no hubo rastro de él toda la mañana. Así que cuando pidió permiso para salir 15 minutos antes del trabajo para llegar al proyecto que Vegetta le había dejado, tuvo la certeza de que no tendría que hacerle frente a Quackity ese día.

De nuevo el día a Vegetta, de no ser por ese compromiso, no hubiera podido salir más temprano del trabajo. Al igual agradece el hecho de que su tiempo como sustituto le ayudará apagar su mente.

Aunque, no estaba muy feliz por ser instructor por un día, pero ya se había comprometido y trataría de hacerlo lo mejor posible. En especial porque se trataba de bailar.

Al llegar lo primero que vio fue un hombre más pequeño y pelinegro limpiando espejos, batallando un poco para alcanzar lugares más altos. Luzu tocó la puerta del lugar sola para anunciarse correctamente. Al escuchar un sonido viniendo de la entrada, el hombre levantó la cabeza, mostrando su rostro, que ya era conocido para Luzu.

Titi me preguntóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora