R. TaeHyung el observador

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K a veces se para a responder preguntas de los periodistas. A K le encantan los periodistas, son como sus mejores amigos, ellos nunca se cansarían de escucharlo hablar de ss difíciles pasos por la vida, de sus problemas intra familiares y tampoco estarían aburridos de ver por su salud, por su cuerpo y el brillo de su piel. Pero, sinceramente, la sonrisa que pone K enfrente de los camarógrafos, no logra convencer a TaeHyung, quien observa desde e mostrador de la agencia a JungKook entrar.

     TaeHyung mira a K aproximarse hasta Bae, quien recibe también al manager SeokJin para recapitular los puntos del día siguiente. Aunque Bae y SeokJin conversan acerca de las actividades, y TaeHyung está sentado en el escritorio comiendo una manzana, K parece tan absorto en el suelo con sus lentes oscuros que no nota la presencia de TaeHyung.

     Pasan unos minutos, y es hasta aque SeokJin toma un diminuto descanso, que pregunta a la joven:

     —¿Alguien nuevo? —le sonríe a TaeHyung. El chico solamente alza la ceja—. Bienvenido.

     —No es nuevo, señor. Es el hijo del inversor Kim, TaeHyung, se la pasa aquí.

     Cuando K alza los ojos y se topa con TaeHyung, el chico le agita la mano ligeramente, sin que el manager lo note. SeokJin, bastante distraído con la señorita Bae hablando justamente de otros inversores, realmente pasa puré desapercibido la manera en la que JungKook se acerca al mostrador y se dirige a TaeHyung.

     —¿Qué haces aquí?

     —Ayudo a tomar notas de quienes entran. —TaeHyung responde calmado. Rueda ligeramente los ojos, tomando la libreta a su izquierda, y poniéndosela enfrente a JungKook—. Lo que me recuerda que tienes que anotarte.

    SeokJin les mira, por un segundo. JungKook se quita los lentes oscuros que carga, permitiendo a TaeHyung notar su cara sin una gota de maquillaje. Eso hace que el chico se acomode un poco más hacia el frente, para observar mejor el rostro lavado del chico, pues la última vez lo vio con maquillaje.

     —¿Lo conoces, K?

     Después de firmar, JungKook mira a SeokJin. —Es conocido de Jimin.

     —Oh, bien.

     Cualquier persona más un "Jimin" es inmediatamente un aprobado para Kim SeokJin. Aunque podría parecer un manager relajado, SeokJin es un hombre que cumple con su trabajo y mantiene al Jeon más pequeño y más famoso fuera de todos los problemas de la industria. Claro, eso ha sido ligeramente fácil considerando que K no es problemático, más allá de ser el aclamado canta autor de la nación, el niño del país, el príncipe de la jovialidad, Jeon JungKook es más bien una tortuga que oculta la cabeza al primer disparo. Por eso SeokJin es tan envidiado por otros agentes, pues, a pesar de hacer un gran trabajo, mejor que el de otros, lo cierto es que tiene al mejor cliente: a uno que preferiría no existir.

     —Bueno, K. Esperarás por una o dos horas. Los promotores primero quieren discutir algunas cosas presupuestales. Debo estar ahí por cosas técnicas, pero no tiene sentido que te halles ahí.

     —Claro.

     —Bien. Entonces te dejo, no te metas en problemas.

     Cuando SeokJin desaparece, el ambiente se torna un poco extraño. Pasados unos segundos, JungKook mira a los dos presentes en el mostrador. La chica solamente se mantiene quieta por la presencia del joven, pero no hace mucho más que levantar el teléfono cuando suena y anotar los recados. La mirada de TaeHyung, por un lado, transmite un sentimiento extraño que a JungKook le encantaría entender. Y así, solo después de este silencio qur los envuelve, el sonido del teléfono hace a la chica levantarlo, responde sutilmente y bajarlo una vez más.

"K"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora