: One Shot :

517 34 15
                                    

Cada vez que Tanjiro estaba junto a Inosuke a solas terminaba tocandolo, besando cada parte de su cuerpo, deseando tener aún más de él, tenerlo todo, todo para sí mismo. Se había convertido en una rutina hacerlo cada noche antes de dormir y por la mañana al despertar pero esto no menguaba sus labores diarias, incluso sentía que le daba más energía.

- Inosuke... - suspiró por lo bajo mientras recorría su cuello hasta su pecho, dejando pequeños besos en el camino - no te preocupes, te prepararé bien esta vez - el pelirrojo soltó la retaguardia de su compañero que ya hace rato sostenía dejando marcas rojas sobre ella, abrió sus piernas lentamente asegurándose de acariciar ahí también, recorriendo su muslo interno con una suavidad indescriptible, tan gentil como solo el sabía pues temía volver a lastimarlo cómo la última vez, que por no poder contenerse terminó por hacer que brotara algo de sangre.

- Mmmh... - gruñó mientras fruncía el ceño al sentir el primer dedo entrar, estaba siendo bastante cauteloso, el joven Kamado seguía jugando con sus pezones mientras comenzaba a mover lentamente su dedo, luego insertó un segundo y poco después el tercero, tomándose su tiempo para estimular correctamente a su pareja, comenzando a bajar aún más, pasando por su vientre hasta llegar a su miembro, comenzando con pequeñas lamidas en la punta.

- Relájate - dijo antes de meterlo por completo en su boca haciendo que el de mirada esmeralda gimiera constantemente, cada vez un poco más fuerte, a su vez, él mismo comenzaba a sentir como el calor de su cuerpo comenzaba a subir y como la sangre se acumulaba en su bajo vientre. Subió de nuevo a su cuello mientras se acomodaba de manera que fuera más fácil y menos dolorosa para el que recibía, entrando lentamente en su amante quien solo se limitaba a enterrar su cabeza en el pecho de su amado. Una vez dentro, Tanjiro se quedó quieto esperando a que se acostumbrara antes de moverse, besando a su novio en todas partes deteniéndose solo para murmurar en su oído lo que sentía por el, lo mucho que lo amaba y lo agradecido que estaba de que estuvieran juntos.

Comenzó con las estocadas, al principio suaves y gentiles, luego fuertes y rápidas, cada vez más satisfactorias para ambos provocando leves espasmos en el salvaje que no paraba de mover sus caderas cada que tocaban su punto dulce, estaba cerca, y como si le hubiese leído la mente Tanjiro empezó a masturbarlo con su mano derecha mientras que con la izquierda lo sostenía de las caderas dando estocadas más rápidas y viniendose juntos, terminando Inosuke con la mejilla llena de su propio semen que al no poder cubrirse con su mano solo alcanzó a girar el rostro.

- Dame un minuto, ya te limpio - dijo cariñosamente el pelirrojo mientras sonreía de la manera más pura que existiera - sabes, me hiciste muy feliz el día que me diste el si ¿Recuerdas? -

Tanjiro e Inosuke habían llevado una relación de noviazgo después de salir del distrito rojo, se habían dado cuenta de que se necesitaban el uno al otro y terminaron comprometiendose tan solo unos meses después.

"Una vez que todo esto acabe ¿te quedarias conmigo?"

- Recuerdo la hermosa sonrisa que me regalaste ese día - hablaba mientras limpiaba toda evidencia de su "amor", al mismo tiempo contemplaba las cuerdas que amarraban fuertemente las piernas de su amado, el muslo pegado al chamorro con los talones tocando su retaguardia, ambas por su cuenta dejando expuesta su virilidad, sus brazos igualmente atados a la espalda, ambos brazos uno sobre el otro dejando expuestas sus muñecas y tobillos lastimados por las cuerdas que antes estaban ahí, cuerdas que rompió tratando de escapar pero debido a su débil condición no logró, teniendo que sustituír estas por unas más resistentes.

Antes de salir de la habitación el joven Kamado volteó hacia atrás con su amable rostro, con esa mirada apacible y con su tierna voz se dirigió a su amante.

- Por favor no me mires así, solo estoy tratando de preservar nuestra felicidad hasta el día de nuestra boda, para que al fin seas feliz con migo -.

ATRAPADO EN TU DESEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora