Bebe Rick

Capítulo 32

Negan apareció en la habitación temporal de Rick y vio que Rick se había acostado para dormir.

"Oye..." Negan dijo vacilante "¿puedo pasar?"

"Sí", asintió Rick cuando Negan entró y se sentó en la cama de Rick.

Se sentaron en silencio durante unos minutos cuando Negan lo miró.

"Espero que te sientas más cómodo conmigo ahora..." dijo arrastrando las palabras.

Rick dejó escapar un pequeño suspiro. "Nunca me he sentido incómodo contigo Negan. Es solo que tenía miedo de todo lo que había escuchado sobre la tortura, etc. Pero ahora estoy mejor".

"Me alegra escucharlo" murmuró Negan "¿te gustaría volver a casa mañana?" preguntó esperanzado.

Rick vaciló un poco pero finalmente asintió.

"Sí, quiero ir contigo a casa"

Negan suspiró aliviado y se inclinó para abrazarlo.

"Gracias, chico. Significa mucho para mí que me hayas dado una oportunidad"

"¿Podrías... leerme una historia?" Rick cuestionó.

Negan sonrió ante eso. Siempre estaba dispuesto a contar historias. Fui al lugar donde tenían los libros y vi Buscando a Nemo. El primer libro que le leyó a Rick. Había trasladado muchas de las cosas de Rick a la casa de Daryl y estaba contento por ello.

Se acostó cómodamente junto a Rick y envolvió su brazo alrededor de él mientras sostenía el libro con el otro. Rick apoyó la cabeza en su hombro.

"Era el primer día de clases de Nemo y estaba muy emocionado. Había tantos amigos nuevos que conocer y aventuras que vivir. Nemo quería nadar cerca de la superficie. Su padre, Marlin, le advirtió que era demasiado peligroso, pero el pececito no escucho...-"

Se escucharon truenos desde afuera a medida que oscurecía y la lluvia caía...

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"¡Deberíamos regresar a Alexandría, Jesús!" Aaron le gritó a Paul para que pudiera ser escuchado bajo la fuerte lluvia. "No se puede hurgar en ese clima"

De repente escucharon gruñidos que estaban muy cerca de ellos y Jesús vio que al menos diez caminantes los rodeaban.

"¡Paul! ¡Tenemos que irnos ahora!" Aaron le dijo con urgencia.

"No, los llevaremos de regreso a casa", rechazó Paul mientras sacaba su cuchillo y comenzaba a matarlos. Tenían que ser asesinados primero y luego irse.

Aaron comenzó a ayudarlo pero aparecieron más. Estaba oscuro, lluvioso y la tormenta no ayudaba.

Paul fue a matar a uno a su izquierda cuando el Caminante esquivó su cuchillo y lo apuñaló por la espalda.

Jesús dejó escapar un grito ahogado de dolor cuando el Caminante se inclinó más cerca de su oído.

"Tú... estás donde NO perteneces..." le susurró y se quitó la espada de la espalda. Paul cayó al suelo mientras se desangraba.

"¡¡Nooo!!!" Aaron sollozó mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.