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Porque la vida siempre se esmera en demostrarte que eres una mierda.
En demostrarte lo solo que estás en este mundo.
No lo sé solo recuerdo ese marzo cuando enojado sali de la puerta.
Y a ella no la volví a ver por culpa de mis sentimientos inmundos.

Aún recuerdo ese día caótico y me duele no haberle pedido por un segundo que vuelva.
La dejé marchar y mi prosa volando en el viento se perdió en el mar.
Pensé por un segundo que ya no volvería a amar.
Y mi corazón se retuvo en el pozo sin fondo de la melancolía y mi mente a casa momento decía, háblale por favor que vuelva...

Pero el orgullo no me dejaba buscarla y el ansiedad se plantó en mi cerebro.
Es tan macabro y maquiavélico pensar que estás bien cuando en realidad te sientes como un cerdo.
No la busqué.
Felicidad se fue ya ya no pude encontrarla.

En realidad tu nunca fuiste malo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora