II

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Muchas veces me arrepentía de haber ido a esa estúpida fiesta y acoholizarme a lo tonto.

Yo estaría feliz en mi hogar disfrutando de un día normal con mis padres pero decidí cometer el peor error de mi vida.

Ser padre.

Amaba a mi hijo pero muchas veces llegaba a mi limite y me ponía a llorar ¿que hubiera sucedido si nada de esto hubiera pasado? Tan solo si me hubiera cuidado en aquella fiesta. Extrañaba a mis padres, extrañaba tener su presencia y su cariño.

El cual ya poco a poco se había desgastado...

En el momento en que les confesé que era un chico trans lo tomaron mal, sin embargo no pasaron se regaños y me "aceptaron". Ese día fue el día en donde me sentí más vivo que nunca, en donde por fin pude ser realmente yo, cuanto daría por volver a esos tiempos y decirle a ese quackity que todo era perfecto y que valorará lo que le daban.

Me senté en la esquina de la cama con mi pequeño en brazos mientras pensaba una y otra vez las cosas horribles que me habían gritado mis padres.

"Eso es todo, eres trans y tienes un embarazo ya avanzado, te me largas de la casa"

"Eres una vergüenza, realmente deberías estar decepcionado, le dije a tu madre que debíamos haberte mandado a ese convento"

"Realmente eres una decepción familiar"

Mi mente no para de reproducir aquellas palabras que fuertes que sonaban en mi mente, realmente quería retroceder el tiempo y evitar todo el mal que yo mismo me ocasione.

Ahora estaba en un lío aún más mayor, aquellos tipos que conocí en esa fiesta me habían jodido la vida, ambos eran hermanos y estaban dispuesto a hacerse cargo del bebé uno insista más que el otro pero realmente no me importaba, eran dos completos desconocidos y no iría tan fácil a sus hogares.

– La vida es una completa fregadera – Dijo quackity con impotencia mientras acomodaba a su pequeño para eructar y evitar que se ahogara. – Te amo mucho bebé pero realmente a veces hubiera preferido ir a esa pinche fiesta neta.

Estaba dolido, su alma estaba rota, el se mentía así mismo queriendo fingir que sus padres le habían amado pero realmente nunca lo hicieron.

Amar no es gritar.

Amar no es golpear a tu hijo por algo malo que hizo.

Amar no es obligar a tu hijo a hacer cosas que no le hacen feliz.

Amar es ayudar a sus hijo a crecer en un ambiente sano y libre de toxicidad. Algo que jamás tuvo.

– Ah... pero bueno, voy a hacer todo lo posible para sacarte adelante, sí somos pobres pero eso no quiere decir que no te quiera verdad. Hasta el momento no tienes papá hasta que finalmente yo sepa la verdad. – su bebé finalmente se había dormido en sus brazos así que la coloco sobre la cama dejando que descansará.

Camino hacia la cocina buscando algo de comer, no había nada más que una mayonesa y lechuga.
Se sentía pésimo no podía alimentarse así mismo y tenia que sacar adelante a una criatura, el mundo le odiaba.

– Maldita mierda, váyanse todos a la fregada culeros, ojalá si alguien tiene dinero lo pierda todo en una pinche apuesta.

Saco su teléfono y pensó seriamente si pedirle ayuda a alguno de los dos chicos en que les mandara algo de comida, su orgullo era grande pero más su hambre.
Decidido y confiado saco su teléfono dispuesto a llamar.

Llamo a Wilbur, no contestó.

– Pendejo hasta parece que me has abandonado con la pinche cría. – resoplo esta vez llamando a luzu.

Un Pequeño Descuido. //Luckity- QuackburDonde viven las historias. Descúbrelo ahora