Park Jimin
24 años
Agosto 2015
—¿Puedes sentirlo? ¿El ritmo de tu pecho?
Sacudí mi cabeza, y las hebras se me clavaron en las lágrimas. —Aquí. —Mamá me tomó la mano y la presionó contra mi pecho, sobre mi traje rosa claro—. ¿Y ahora qué?
Algo palpitó bajo la palma de mi mano, como el aleteo de un ala de un pájaro asustado. Asentí con la cabeza.
—Es música —susurró, como si le dijera a un gran secreto.
Mis ojos se llenaron de asombro, pero el miedo se apoderó de mi mente. —Pero Papá odia la música.
—Venga, Jimin... No siente su música, mucho menos va asentir la de los demás. — La tristeza salió de mi pecho.
La mirada de mamá se humedeció, como la mía. —Baila con esto. —Apretó su mano contra mi corazón—. cuando y como quieras.
—¿Cuándo quiera?
—Sí, Stellina. —Precedió a darme un beso en mi frente y mi corazón de cinco años se calentó—. Cuando quieras.
—Estoy lleno de oscuridad — El susurro invadió el recuerdo, mi voz baja y sin tono se apoderó de mí.
Estás muerto para mí.
Estás muerto para mí.
Estás muerto para mí.
Las palabras salieron con la negrura para tragarme entero.
Me desperté sobresaltado, las sábanas se pegaron a mi piel sudorosa. Recuperando el aliento, miré fijamente al techo de mi apartamento. El sueño me llevó a la noche de mi cumpleaños número 23.
Me senté en la parte trasera de una ambulancia, las puertas se abrieron a ambos lados de mí. Hacía calor y humedad, aunque mi sangre estaba fría.
Una sábana cubría el cuerpo, pero no podía ocultar el pálido brazo que colgaba de la camilla mientras cargaban a Taemin en la parte trasera de la ambulancia.
Alguien se paró frente a mí, y puse una mirada perdida. Estaba sentado en el frío suelo de la oficina de Gongyoo en la oscuridad cuando me encontró. Min no había dicho una palabra mientras me recogía, dejándome llorar en silencio en su hombro mientras me llevaba fuera. Antes de desaparecer adentro, se había quitado la chaqueta del traje y la había puesto en mis hombros. Olía como la de un hombre. Profundo, áspero, y masculino. Intenté ahogarme en el olor en lugar del entumecimiento.
—¿Quieres ir a casa? —preguntó.
¿Casa?
Siempre había sido la casa de Gongyoo más que la mía. Después del fiasco de Taemin, me quedé en uno de sus apartamentos cuando pude, sólo para escapar de sus atenciones cuando estaba en casa. Me preguntaba si Taemin había sabido que Gongyoo nunca le había sido fiel, que había intentado seducirme mientras decía amarlo. Taemin había muerto por él, por amor. La palabra dejó un sabor agrio en mi boca.
La idea de volver a casa de repente sonaba aborrecible. Sacudí la cabeza.
—¿Dónde?
—Jungkook—susurré.
Un músculo de su mandíbula se tensó, y algo amargo pasó por sus ojos. —Él no estará allí por un tiempo.
Una ambulancia lo había llevado al hospital a pesar de sus protestas. Había perdido mucha sangre por las dos heridas de bala que recibió, una en el costado y otra en el brazo. Había recibido esas balas por mí, y yo iba a cuidarlo para que se recuperara, le gustara o no.

ESTÁS LEYENDO
Yoongi's Obsession [Yoonmin]
FanfictionJimin teme a la oscuridad. Yoongi la gobierna. Sus pantalones son muy ajustados, sus tacones muy altos. Se ríe demasiado fuerte, come sin decoro y confunde casi todos los dichos. La mayoría no sabe que es solo un disfraz brillante, para ocultar un...