Bradford – Reino Unido.
—¡Ya llegué, estúpida! —gritó el hombre mayor de los Horan, Bobby. Maura se encontraba en el umbral de la puerta en la sala, estaba contenta. Cualquiera con medio cerebro se sentiría ofendido por el hablar de Bobby, pero ella no, ya que palabras como esa eran usuales en el lenguaje de él para dialogar con su esposa. Eso no le importaba, sino el hecho de que Bobby había vuelto solo a casa, ebrio, pero sin acompañante. Así es, el hombre había perdido el respeto a su casa y a su mujer, llevando a sus amantes de una noche a la residencia en la cual vivía su esposa y su hijo— ¿Qué haces ahí sonriendo, estúpida? ¡Trae la maldita comida, que para eso te tengo, carajo! —gritó mientras se quitaba el calzado y los tiraba en dirección a Maura. Esta dio un brinquito y se dirigió a la cocina con prisa. Tomó el plato que ya llevaba un buen rato servido y lo posó en la mesa acompañado de un mantel, servilletas y cubiertos. Bobby se sentó en la cabecera y se dispuso a comer sin cuidado, es decir, como un verdadero puerco.
Entonces frunció el ceño.
—¡Está frío, inservible de mierda! —tiró el plato al piso y con la cuchara golpeó a Maura en el brazo— ¿Qué no sabes cocinar? ¡Joder, hasta para eso apestas! ¡Mala madre, mala esposa y mala mujer! ¡Ahora entiendo por qué el cobarde de tu hijo se quitó la vida! —ahí estaba. El insulto que más le dolía a la mujer. La culpabilidad de la muerte de su hijo— Y no obstante con eso —susurró amenazante—, me das un hijo suicida y uno maricón.
—Bobby, me lastimas, por favor —suplicaba, puesto que el hombre la pellizcaba en el antebrazo—. Por favor, para, prometo cocinar otra vez, siento mucho que esté frío...
—¡No, no lo sientes! ¡Yo haré que lo sientas! —dicho esto alzó la mano y abofeteó a la esbelta figura que tenía aprisionada. Maura trataba de no llorar, pero era inútil— ¿¡Lo sientes!? ¡Eso es lo que te mereces, zorra indocumentada! —pateó las pantorrillas de la mujer, haciendo que sus rodillas flaquearan y callera al piso— ¿Sabes qué sería mejor? Probar qué tan maricón es tu hijo.
Bobby subió las escaleras, seguido de una mujer que sollozaba a mares para que no le hiciera nada a su bebé. Su bebé, el único que le quedaba de sus dos hermosos retoños; Niall era literalmente su cielo y su vida. Se podría decir que Greg era su pedacito de infierno, pero a los ojos de Maura todo tenía justificación bajo el comportamiento del padre de este, que mientras Niall jugaba con ella a trenzar sus muñecas de porcelana, Greg pateaba los sacos de su padre, que mientras Niall tocaba la guitarra, Greg practicaba boxeo. A pesar de que sus bebés eran polos opuestos, se ayudaban y protegían de todos —Bobby—, después de todo, los opuestos se atraen. Jamás llegó a pensar en la decisión de Greg o en el repentino cambio de humor en Niall, pero ya estaba hecho. Solo le quedaba afrontarlo mientras resistía el deseo de consumir esas doce píldoras y reencontrarse con uno de sus hijos, sin embargo, no podía dejar de degustar el cielo para abrirse paso en el infierno.
Hi! Bueh, el prólogo es demasiado corto porque es la primera parte de algo que en algún momento se llevará acabo #NoSpoiler. Mañana o en un rato subiré el primer capítulo —probablemente mañana, porque en Chile ya es tarde GGG— Hasta mañana o en un rato.
With the love they deserve, Moon. Xx
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You Can (Can't) ||Z.H.||
FanfictionYou Can (Can't) es un fanfiction Ziall Horalik escrito por dos personas; Moon y Jany. Se mantiene una relación homosexual entre un miembro y un ex-miembro de la banda británica One Direction; Niall Horan y Zayn Malik. Nuestra intención no es la de o...