Prólogo:

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La muerte nos acecha...

Mi cuerpo sangra aún mas... No logro mover ni un dedo.

Mis piernas están totalmente inservibles ahora mismo lo único que me sostiene son las inmensas cadenas que adornan mis muñecas. Mis hermanos están encadenados cerca de mis pies, el dolor y la desesperación de Cash es abrumante, el odio y la ira de Axel inunda toda la poca de su energía, la preocupación y la debilidad de Ares está al punto de su colapso...

No, no el está bien, a pesar de que mis ojos no logren abrirse completamente por culpa de la hinchazón, logro ver qué Ares a perdida  casi el 60% de su sangre, si continúa así... Morira.

¿Cómo diablos terminamos así? ¿Por qué no simplemente éramos normales? Ame cada uno de los momentos vividos con mis hermanos, cada huida, cada redada, cada guerra, cada fiesta, cada cosa que no allá Sido de personas normales y las que si, las disfrute al máximo... Pero... Ahora... Me estaba tocando estar en la etapa más dolorosa de mi vida, verles allí, sufriendo con algo de esperanza y odio en sus miradas.

Cash es el que peor se ve... Tiene cuatro clavos incrustados en su pierna derecha y más de 7 costillas totalmente quebradas, sin mencionar que en su abdomen tiene una herida de 3er grado desbordando todo lo que le queda de sangre ¡Dios... cuida de mis hermanos, cuida a Cash!

- Cash... Mírame... Solo resiste un poco más, nos llevaré a casa, lo juro - Estás fueron mis últimas palabras antes de que perdiera la consciencia, el cansancio y la debilidad se hizo conmigo, no pude resistir un poco más...

Después de más de 5 o 6 horas desde que perdí la consciencia, mis ojos se abren con dificultad mientras se acostumbran a la luz. Pero... No logro encontrar con la vista a mis hermanos, no... No, no... ¿Dónde diablos están? La sangre está seca, no están desde hace horas ¿Como no pude darme cuenta de ello? ¡Joder!

La preocupación inunda mi ser completo, mi cabeza empezó a imaginarse millones de escenarios dónde los torturan de millones de formas. El ruido de una puerta rechinante me saca de mis pensamientos... Pero la voz gruesa y aterradora hizo que todo mi cuerpo se tensara.

- Valla... Creí que no ibas a despertar hoy - El hombre dueño de la voz que tanto miedo y odio que me generaba era Victor... el hombre que se a encargado de asesinar, de mil formas a mi familia desde generaciones - Te eh traído un regalo de bienvenida, para que veas que no soy un monstruo - continúa pero no le dejó terminar - ¿Dónde Diablos tienes a mis hermanos? - pregunté con molestia, el solo ignoro mi pregunta como si no fuese dicho absolutamente nada... El eleva su mano izquierda dando una orden al Guardia que se encontraba en la puerta, no me había percatado de su presencia hasta ahora. El guardia sale y entra a la habitación con otros 3 hombres, que tenían carruchas...

Al destapar su contenido se me paro el corazón en seco, mi piel perdió todo tipo de color, mi cabeza  se recetó, no podía creer lo que estaba viendo con mis propios ojos, mi corazón se quebró, lo alma desapareció al ver... Al ver a mis hermanos, las personas más importantes de mi vida, mi única familia, los que me criaron... Desmembrados y tirados en contenedores de basura...

Continuara...

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