Desearia

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En el castillo.

Dos pajaritos, tomando los extremos de las cortinas que cubrían la única ventana del lugar la quitaron para dejar pasar a los primeros rayos del sol de aquel día. Alumbrando directamente el rostro del joven que aún dormido solo se dio la vuelta en la cama. Al ver esto uno de los pequeños pajaritos se acerco a cantarle para despertarlo. Lo que nunca se espero fue el pequeño golpe que le dio por eso, por lo cual el animalito molesto comenzó a cantar de forma fuerte.

Milo: jaja, ¿por qué cuando soñaba más bonito an venido a despertarme? - preguntó mientras tomaba asiento en la cama, los pajaritos volaron en dirección a la ventana, mostrando la mañana - ya se que la mañana está preciosa pero... mi sueño también era divino - comentó con la mirada perdida mientras daba un largo suspiro. Los pajaritos se posaron a los pies de la cama mientras parloteaban - ¿que que estaba soñando? - preguntó deduciendo lo que sus amiguitos intentaban decirle - eso no se dice - respondió mientras los pajaritos seguían parloteando - porque si se cuenta un sueño, no es fácil cumplirlo - les dijo.

Milo al no tener comunicación con casi nadie más que sus hermanastros o padrastro había logrado crear un ambiente en el cuál había podido comunicarse con algunos de los animales que estaban en su casa, prácticamente eran sus únicos amigos y en los únicos en los que podía confiar, no pasó mucho cuando el gran reloj comenzó a sonar.

Milo: ¡ay! Ese reloj - dijo molesto mientras se ponía de pie - otro escandaloso - exclamó molesto mientras colocaba sus zapatos y arrastrando su almohada de acerco a su ventana y grito - ¡Ya te oí ¿que más quieres? Ya me levante! ¡Ya se que es hora de comenzar el día! - grito para después suspirar y decirle a sus amigos - ahora también el quiere mandar... - les dijo a sus amiguitos los ratones, que molestos vieron al reloj - pero hay algo que nadie me puede impedir. Seguir soñando - dijo mientras abrazaba su almohada - y tal vez, algún día. Mi sueño quizás, seas... tú... - cantó, para después de la misma forma proceder a ir a bañarse.

Es lo que el hacia esto, algunas ratoncitas habían se encargaban de sacar a los ratoncitos, otras se encargaban de preparar su ropa y alistar sus zapatos. Milo salió a los pocos minutos y comenzó a vestirse, para después colocarse sus zapatos y amarrar su cabello con una listón celeste.

Milo: no importa cuan difícil sea, en cuanto tú lo creas, será realidad... tú soñar... - canto terminado de atar su listón. De un momento a otro los ratocintos que habían salido entraron rápidamente a la habitación, hablando tan rápido que Milo no les entendía. Hasta que subieron al tocador de Milo que los veía confundido - un momento. Un momento. No hablen todos a la vez... vamos a ver Hyoga, ¿por qué tanto alboroto?

Hyoga: ay un nuevo ratón en la casa nuevecito... nunca lo había visto, ¡Visitanto, es un visitanto! - grito.

Milo: oh, visitante - dijo abriendo el cajón central de su tocador - bueno si es niña le pondremos este vestidito - dijo sacando un pequeño vestido mientras los pequeño rieron.

Hyoga: no... no es un ella. Es un él, él, el - dijo señalandose así mismo el ratoncito.

Milo: oh, eso es diferente - dijo mientras guardaba el vestido - entonces le pondremos su camisa, sus zapatos - Hyoga interrumpió.

Hyoga: tienes que sacarlo - se apresuró a decir mientras el otro se acerco.

Shiryu: en la ratonera...

Hyoga: en la ratonera - comenzaron a gritar.

Milo: ¿Dónde? - preguntó preocupado.

Hyoga: en la ratonera - dijo mientras Milo asustado se puso de pie.

Milo: ¿en la ratonera? Me lo hubieran dicho - dijo asustado mientras salio corriendo de su habitación y bajo hacia donde estaba la ratonera, siendo seguido por los ratoncitos.

Cuando llego vio a los demás ratoncitos reunidos al rededor de la jaula viendo al nuevo, Milo se arrodillo.

Milo: calma, calma... no escandalicen tanto - pidió para después tomar la jaula, la abrió y vio - aw, pobrecito, mírenlo. esta temblando de miedo, Hyoga. Más vale que lo pongas sobre aviso - le pidió mientras bajaba la jaula.

Hyoga: Si, si Milo. Si, si - dijo mientras entraba - calma, calma, calma mira flaquito - le dijo mientras el otro trato de golpearlo - no te enojes, nadie te va hacer nada - dijo señalando a los demás que lo veían sonriendo - jo,jo,jo, todos te queremos, Milo también te quiere, es lindo muy lindo - dijo mientras veían al menor verlos sonriendo - así esta mejor, ahora vamos, anda, anda, anda - pidió mientras lo sacaba.

Kiki: o que bueno que ya salio, bienvenido - dijo mientras todos saludaron al nuevo que salio al lado de Hyoga.

Continuará...

Como saben, los capítulos en las adaptaciones son cortos, pero ñe...

BichocientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora