Compasión

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Con Milo.

Kiki: o que bueno que ya salio, bienvenido - dijo mientras todos saludaron al nuevo que salio al lado de Hyoga.

Milo: vaya saliste con bien - aseguró mientras veía al pequeño ratoncito quedar parado frente suyo, se quedó viendo la camisita y después al rotoncito, dándose cuenta de que parecía un poco pequeña para su nuevo amigo - vamos a probarte la a ver como te queda - dijo mientras se la colocaba, al rotoncito se le subió la camisita, mientras el otro fue a ayudarle a bajárse la, mientras que Milo le colocaba unos zapatitos y un gorro - muy apretada, pero por el momento tendrás que conformarte - fue lo que dijo - ahora te pondremos un nombre - anuncio mientras el pequeño ratón veía sus zapatos - hm... ya se cuál Isaac. Eso es...

Hyoga: ¿te gusta Isaac? ¿Te gusta? ¿Te gustó? - preguntó mientras el otro asintió rápidamente.

Isaac: Isaac, Si, si si - dijo mientras el menor se puso de pie, para después bajar.

Milo: los dejo porque tengo mucho que hacer, cuídalo bien Hyoga, y que no se les olvide explicarle lo del gato - le susurro para después bajar.

Hyoga: Si, si mira eh... - dijo mientras se giro al otro y pensó - em... ¿sabes lo que es un gato? - preguntó.

Isaac: eh... ¿gato? - preguntó.

Hyoga: Si. Un gato, Pandora... es mala, hipócrita... Tramposa - dijo mientras rodeaba a Isaac para después gritarle - ¡Se hecha sobre ti, te muerde tan grande, grande, grande como una casa? Miau, Miau, Miau, Miau - grito imitando al gato mientras Isaac cayó de la escalera donde estaban.

Isaac: Miau... Pandora, Si, si - dijo sonriendo.

Mientras tanto.

Con Milo.

El menor por su parte lo más silencioso que pudo descendió hasta la segunda planta de su casa, dónde los demás dormían, camino suavemente por el pasillo y abrió las cortinas, para después dirigirse de igual forma al cuarto de su padrastro, abriendo lo más lento que pudo la puerta, iluminando hacia adentro de la habitación, justo en la cama dónde estaba la gata de su padrastro. La cual al sentir la luz golpear su rostro, abrió sus ojos, encontrándose con Milo.

Milo: gatita, gatita, acá - le susurro llamándola, pero la gata se estiro para después darse una vuelta en su cama y volver a acostarse - ¡Pandora, ven acá! - ordenó un poco más molesto, la gata ya sin mucho remedio decidió salir de la habitación.

Al llegar a la puerta donde el muchacho la esperaba, volvió a estirarse y al mismo tiempo Milo cerró la puerta empujándola hacia afuera y después comenzó a caminar.

Milo: perdón su real majestad que la despierte tan temprano. Ja por mi, te dejaba sin desayuno, pero me lo ordenan, anda vamos - pidió mientras la gata lo seguía. Todo esto mientras Hyoga e Isaac los veían escondidos.

Isaac: jaja, Pandora, ¿esa es Pandora? - preguntó.

Hyoga; Si, Pandora, es ella - respondió.

Isaac: jaja, Isaac agarra a Pandora y mira jaja, mira - le dijo mientras Hyoga, de la cola lo jaló de regreso al ver que iba detrás de la gata.

Hyoga: No Isaac, No ahora escucha bien. Pandora no es un juguete, Pandora es mala - dijo mientras le comenzaba a contar.

Siguiendo con Milo.

El joven doncel había llegado a la cocina, que estaba en la última planta de la casa, junto a la salida que daba al establo de los animales. Pandora por su parte se dio cuenta allí durmiendo se encontraba el perro mascota de Milo, quién respondía al nombre de Ikki. El cual parecía estar persiguiendo a alguien en sueños.

Milo: Ikki - llamo haciendo que el perro se levantara, mientras se sentaba frente al menor que por su parte se arrodillo para acariciarlo - soñando de nuevo... ¿perseguias a Pandora? - preguntó mientras el perro asintió - ¿la atrapaste esta vez? - preguntó mientras el perro asintió - muy mal hecho - regaño mientras el perro lo veía confundido.

La gata por su parte al escucharlo se comenzó a reír por lo bajo.

Milo: ¿Que tal sin llegan a saberlo allá arriba? Eh, ya te lo an dicho, y si no quieres que te echen a la calle, más vale que te portes bien y no vuelvas a tener esas pesadillas - dijo mientras preparaba las teteras donde llevaría el te - ¿sabes el remedio? - preguntó mientras el perro negó, entonces el dijo - aprende a querer a los gatos - dijo mientras Ikki lo vio con desagrado - Si, si, te lo digo enserió - dijo sin ponerle importancia a que Pandora con su cola comenzó a molestar a Ikki, para después sentarse a su lado - Pandora también tiene sus cualidades, como por ejemplo yo creo que... - dijo mientras la gata veía sonriendo al perro que por su parte lo veía molesto - bueno. Alguna gracia a de tener la pobre - dijo mientras la gata lo vio mal y el perro comenzó a reír.

Continuará...

BichocientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora