Azulín mordió la suave carne del potrillo, la mastico con furia, algo de la sangre escapo entre sus dientes, manchándose el pelaje de rojo, mastico, mastico y mastico hasta que un dolor insoportable llego a su garganta, se agarró el cuello con violencia, no podía respirar, giro por el suelo mientras se ahogaba.
¿Moriría así?
¿Después de todo lo que hizo para llegar a este punto?
Su tráquea parecía quemarse, le picaron los ojos, ya no podía más, su cerebro se volvió más lento y ya casi alcanzaba la luz...
Repentinamente el aire volvió a sus pulmones, el osito se levantó sobresaltado, se sentía mareado por la violenta cantidad de aire en su interior, paso sus patas por su rostro extremadamente suave... ¿suave? Se miró las patas, eran de un color celeste brillante y hermoso, su pelaje era suave y sedoso, temblando, llevo sus patas a su rostro, la amalgama de carne expuesta que era la otra parte de su cara fue remplazada por un saludable pelaje.
No pudo evitar llorar.
Lo había logrado, se había vuelto perfecto, eterno, un dios en la tierra, ahora era el mejor.
—Ahhmmm...
Un gemido de dolor, Azulín se giró, miro a un soldado moribundo que lo observaba con los ojos llenos de esperanza, que lo admiraba.
—Coronel Azulín... usted..usted ahora es...
—Perfecto, lo sé.
—No puedo creerlo, estoy, estoy tan feliz de que nuestros esfuerzos no hayan sido en vano.—Se llevó las patas a la cara y se escucharon pequeños sollozos.
Azulín se encogió y acaricio la cabeza del soldado, cuando su pata hizo contacto con el osito, un destello extraño, los asalto, fue algo efímero.
El soldado abrió los ojos como platos, se palpó el cuerpo, se levantó rápido como si antes no hubiera estado al borde de la muerte, ahora si lloro y mucho.
—Coronel, coronel... muchas gracias, usted me ha salvado, en verdad es un dios compasivo.
Azulín miro sus patas, sorprendido de su propio poder, esbozo una sonrisa temblorosa, tenía poder, era un dios, él era increíble, era un ser superior...
—Coronel Azulín, señor, ¿puede ayudar a mis camaradas?
El Dios lo miro, el soldado sujetaba la mano de su compañero, claramente muerto, su cuerpo de la cintura para abajo estaba destrozado, sus órganos fluían libremente por la hierba.
Su sonrisa aumentó.
—Pues haré lo que pueda, él está en muy mal estado, no sé, si lo logre.
Azulín toco el pecho del cadáver y la luz volvió, pero se fue igual de rápido, repentinamente al cadáver le habían crecido piernas, su pecho subía y bajaba con dificultad, abrió los ojos de golpe, se sentó y soltó un grito, sus ojos se movieron como rayos, observando todo a su alrededor.
—¿¡Qué PASO?! ¡Los unicornios!¿¡Donde están?!—Clamo desesperado, luego de unos segundos pareció confundido.—¿Dónde estan los unicornios?... acaso... ¿Ganamos?
Su compañero asintió y ambos comenzaron a llorar abrazados, tal vez, por el alivio de que toda la guerra hubiera llegado a su fin.
Azulín los veía expectante, movió la mirada para observar el campo de batalla, los miles de cadáveres esparcidos por doquier, parece que tendrá que ponerse a trabajar, los reviviría a todos, cada uno de ellos resucitaría incluido... Gordi... giro su vista hacia su hermano fallecido, la sangre se amontonaba a su alrededor y su rostro era pacífico, si él no lo hubiera asesinado, pensaría que está dormido solamente.
Camino unos pasos hacia su gemelo, pero se arrepintió rápido, si lo hacía, el sabía perfectamente como reaccionaria Gordi ante lo que hizo, huiría de él y Azulín no quería perderlo de nuevo.
Lo dejaría para más tarde...
El nuevo Dios bajo la colina, los soldados lo seguían como ovejas, bien por ustedes, saben lo que les conviene, ADMÍRENME, ALÁBENME, ADÓRENME. El osito azul siguió con esos pensamientos durante todo el proceso de resurrección, ya casi anochecía y todavía quedaban unos cuantos cadáveres más, no importaba, debía seguir, los soldados al ver su dedicación se quedaron acompañándolo.
Cuando el sol cubrió el páramo con su brillo fue cuando finalmente habían terminado.
El pueblo entró en celebración al verlos llegar a salvo, las familias se reunieron y lloraron de felicidad, todo era perfecto, toda estaba bien. Azulín se volvió el líder de todos, su Dios supremo, se sentía increíble, completamente vigorizado.
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El osito azul se encontraba sentado en su sala de descanso, entre las manos traía el cráneo de un oso, jugueteaba con el atrapándolo en el aire, a pesar de ser una práctica aburrida, había cierto detalle que traía toda la diversión, ese cráneo, ese lindo cráneo, pertenecía al animal que había sido un obstáculo en su vida.
Dulce y querido Coco, si estuvieras vivo, ¿qué pensarías de mí ahora?
Tomo el cráneo fuerte entre sus manos, lo admiro un segundo y después lo besó en donde se supone que tendría boca, fue un milagro que Gordi tuviera tan buen corazón para haber enterrado su cadáver, gracias a eso sus restos no se incineraron en el incendio del bosque.
Siguió acariciando los restos de ese oso con cariño.
Oh... si decía la verdad, lo extrañaba, el olor de su cigarro, su dominante presencia y la graveza de su voz, lo extrañaba tan mal, tan malditamente mal, lástima que sus restos estaban tan demacrados para restaurarlo.
Restregó su cara contra lo que quedaba de Coco, casi podía sentirse como si el oso estuviera vivo, abrazándolo amorosamente, tomándolo del mentón para besarlo y luego le susurrara lo lindo que era en el oído...
Luego abrió los ojos y enfrento la realidad, restregándose contra un cráneo sucio, solo y con su hermano confinado en la habitación de al lado, oh, mierda, tal vez...
Y solo tal vez...
Ser el Dios del mundo...
No fue su mejor elección.
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Gracias por leer, es mi primera publicación en bastante tiempo y creo que quedo bastante bien, jaja.Fueron 979 palabras.
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Te new GOD of the world| Azulín X Coco [One-shot]
FanfictionY si.. y si la leyenda sobre la sangre de unicornio fuera cierta...¿que hubiera pasado? Azulín ahora es un dios en la tierra. Y este Dios tiene problemas. 🔸️One-shot 🔸️El dibujo de la portada no me pertenece (creditos al respectivo dibujante). 🔸️...