California, Venice Beach.

17 3 5
                                    

24/06/2007

La brisa arrastrando el arena choca con mis poros mientras disfruto del exquisito aroma del mar con los ojos cerrados. El sonido de las olas es musica para mis oidos y el calor abrazador me hace sentir como en casa. La playa es uno de mis lugares favoritos, me transmite paz y tranquilidad. Desde que tengo memoria vengo aqui a escribir y dibujar los atardeceres. Tambien venia cuando necesitaba despejar mi mente o pasar tiempo sola, que en realidad lo sigo haciendo. En pocas palabras, California es mi lugar en el mundo.

Sigo disfrutando unos minutos más bajo el rayo del sol hasta que siento una aspera lamida en mi mejilla. Abro los ojos rápidamente para ver quien o que diablos era hasta que mi mirada cae en mi perro, Sam. Todo rastro de enojo se esfuma y se transforma en ternura, Sam es el perro mas cariñoso y sabio que tuve el placer de conocer. Es mi fiel compañero, mi segundo hermano.

—Aw ¿Quien es el perro mas hermoso del planeta tierra?—. Digo con voz ridícula mientras acaricio su suave y rubia melena.
—¿Quieres dar un paseo? Ven vamos—.

Luego de un largo tiempo caminando y jugando con Sam, el sol se posa en el horizonte y la luna empieza a mostrarse. No sé cuanto tiempo llevamos recorriendo la playa pero ya es hora de irnos, seguramente mis padres esten preguntando por nosotros. Cuando voy a tomar a Sam, veo que ya no esta a mi lado.

Mierda.

—¿Sam?—. Desesperada repito su nombre unas cuantas veces mientras repaso con la mirada la playa repleta de personas, lo cual se me dificulta.
—¡SAAAM!—. Mi corazon martillea amenzando salirse de mi pecho y el mundo parece congelarse.
A paso apresurado camino al rededor de las personas en busca de una melena dorada que tanto solia amar. Luego de unos malditamente largos minutos logro distinguir a Sam.

Casi me da un paro cardiaco.

El muy travieso esta sentado recibiendo caricias de un extraño, o mejor dicho, un extraño esta acariciando a MI perro. Estoy celosa.
Furiosa me acerco a ellos hasta que el chico extraño se percata de mi existencia.

Mierda.

Mi furia nuevamente se va.

Ultimamente estas siendo muy bipolar Zara.

Cállate estupida conciencia.

Pero joder, nunca habia visto a un hombre tan sexy y hermoso. Seguro sus padres lo hicieron con mucho amor, debería agradecerles.

¿Pero que mierda estoy pensando?

Enfócate Zara.

—¡Sam! ¿Que haces aquí? Ven, vamos que se hace tarde—. Mi perro sigue sin escucharme, tiene toda la atención del chico sexy. Es decir, ¿Quien en su sano juicio no le daria atencion a este hombre?
Yo estaria igual que Sam, pero ahora no es momento. Tomo a mi perro a la fuerza pero sin hacerle daño obviamente, y me percato de que el chico tambien me repasaba con la mirada de arriba a abajo. Dios mio, este hombre te desnuda con la mirada. Puedo sentir como el calor sube por mi cuello hasta llegar a mis mejillas, nunca me sonrojo por nadie. Ni siquiera por Nate. Eso si que es raro.

—Vino hacia aqui con su pelota. Tienes un perro encantador—. Dice tan tranquilo luego de deborarme con la mirada y mierda tiene una voz que te moja las bragas.

Bueno, tengo que calmarme. No puede ser que este tan caliente con tan solo cruzar miradas con un completo desconocido. Seguramente sea la abstinencia al sexo desde que vine aqui, no se como voy a descargar mis ganas y apenas comienza el verano.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 14, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Solo Fue un VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora