Bowser x Peach [Fanfic]

Boda

Finalmente había llegado el gran día de la unión entre dos reinos diferentes, entre gobernantes diferente y legiones diferentes pero solo una cosa en común los unía, su amor. La princesa Peach se casaría con el que se creía era su peor enemigo, en su lugar, resultó ser el monstruo del cuál ella siempre amó y Bowser, el lider del ejército Koopa, se casaría con la persona a la cuál le entregó su amor desde la primera vez que se conocieron.

Él aún podía recordar el día que secuestró a la princesa con intenciones de hacerle ceder sus tierras pero en su lugar solo terminó flechado a primera vista por el encanto de aquella mujer.

Bowser solo podía recordar eso mientras la miraba a su lindo rostro cubierta por aquél dulce velo preparado desde hace días.

Su corazón gritaba y su estómago no paraba de danzar por la emoción de que finalmente este momento iba a suceder, tantas noches él había soñado con esto y finalmente se casaría con la única persona que lo había echo feliz.

La princesa, no podía parar de ver aquellos enormes ojos que antes demostraban solo enojo y sed de guerra eran enternecidos debido a ella. La guerra acabaría pero daría inicio a un nuevo comienzo.

Lo único que Bowser debió hacer desde el principio fué confesar sus sentimientos y proponerle matrimonio.

La princesa Peach aceptó eso con solo una condición "se detendría el caos y la guerra entre reinos".

Bowser aceptó con tal de tener su corazón

Ahora ambos se encontraban tomados de las manos y mirándose fijamente ambos aceptaron pasar su vida juntos

P. Peach: Bowser, acepto tomarte como mi esposo para gobernar el reino champiñon y el ejército Koopa a tu lado- sonreí al acabar de decir aquellas palabras.

Bowser: Princesa, no hay forma de explicar lo que siento por usted y un simple "te amo" no bastará pero como quiero casarme rápido, solo diré, "acepto tomarte como mi esposa y gobernar como desees a tu lado- luego de eso nuestros rostros se acercaron y con ello se selló nuestra boda, con un pequeño beso con el cuál no pude evitar emocionarme.

Al alejarme no podía contener mi felicidad que incluso tuve que girar mi rostro para así expulsar una pequeña llama de fuego.

Aunque más tarde aquella llama se intensificaria.

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Mañana continúo, como digo, no esperen mucho