Lucían Vandeleur, omega nacido de una casa con estatus alto, pero por debajo de las cinco casa principales del imperio.
Esa es la una de las pocas cosas que se decía sobre el cuerpo que mi alma poseyó.
¿Cómo puedo evitar una muerte que ni siquiera...
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| Encuentro desafortunado |
Roxana ingresó a la habitación donde Cassis fue mandado, porque a diferencia de Lucían, quien prácticamente estaba siendo tratado como el prometido de Dion.
Dion, ese hombre maldito que mato a su hermano por fallar la prueba.
— Te traje comida... y esto para que calmes tu celo. —cerró la puerta detrás de ella. —
Lanzo una de las prendas que se robó a escondidas del omega, para observar como el albino estaba en una esquina de la habitación jadeando y soltando sus feromonas, más se fue calmando cuando lo agarro.
No esperaba que Cassis entrara en celo tan pronto, bueno, no sabía exactamente cuando iba a entrar y que la atacara por sentirse amenazado ante otro alfa, no era bueno.
— Tu omega está bien, así que no tienes por qué gruñirme. —dijo cuando los ojos ambarinos se fijaron en su persona. — Fue algo complicado entrar a su habitación sin tener la llave.
Se cruzó de brazos mirando como el alfa, que hasta hace poco le gruñía, se volvía igual de manso que un cachorro.
Uno que se frotaba contra la prenda aullando ligeramente.
Sí que fue una buena idea que Lucían no hubiera dejado que el albino lo marcara o estaría formando un gran caos que podría ponerlo bajo la mirada del resto.
— Una vez, él entró en celo cuando estábamos en camino a mi hogar...
El joven peli verde lucía avergonzado.
— Y... casi dejo que me marque por sus feromonas. —menciono jugando con el borde de su camisón. — Por fortuna, reaccionamos a tiempo gracias a los caballeros que me sacaran del carruaje para llevarme a un río.
Las parejas destinadas, cuando ya forman su vínculo, lo tienen difícil a la hora de pasar sus celos separados; se vuelven completas bestias que anhelan el contacto y calor del otro, pero sin una marca, es más llevadero, porque solo basta con las feromonas para calmarlo.
"Aunque será un problema cuando Lucían entre en celo." Pensó con algo de incomodidad, el tema de omegas en celo no le agradaba mucho por los recuerdos de su hermano mayor.
¿Tal vez por eso también era más gentil con ese chico?
Su lado alfa le decía que debía tratar al omega con cuidado, el mismo cuidado que su hermano le dio cuando era una niña...
La misma cosa que termino por matarlo al fallar esa asquerosa prueba.
Además... ¿Por qué todos los omegas que conocía eran tan adorables a la hora de dormir? ¡Era muy lindo como se aferraba a su vestido para que no se fuera y lo dejara solo!
