El sol comenzaba a salir en el cielo de Londres, iluminando las calles de la ciudad y dando comienzo a un nuevo día. Henry se despertó en su cama, listo para afrontar una nueva jornada. Se levantó y se preparó para ir al colegio. A él le gustaba mucho el fútbol, pero sabía que tenía que estudiar para tener éxito en la vida.
Henry asistía a la prestigiosa Harrow School, una escuela privada de élite en Londres. Aunque él no era de familia adinerada, sus padres habían hecho todo lo posible para que pudiera asistir a esa escuela. Y él estaba muy agradecido por ello.
Mientras se dirigía al colegio, Henry se encontró con su grupo de amigos de siempre: Emma, Olivia, William y David. Todos ellos eran del mismo barrio peligroso en el que vivían. Pero habían conseguido entrar a la Harrow School gracias a sus habilidades deportivas o académicas.
— ¡Buenos días, chicos! — exclamó Henry, sonriéndoles a todos.
— Hola, Henry — saludaron a coro los demás.
En ese momento, un chico nuevo se acercó a ellos. Era moreno y tenía una mirada un poco tímida.
— Hola, ¿soy el único nuevo aquí? — preguntó el chico.
— Sí, parece que sí — contestó Emma.
— Yo soy Henry — se presentó el castaño. — ¿Tú eres...?
— James — dijo el moreno. — Acabo de mudarme a Londres y estoy emocionado de empezar en este colegio.
— Bueno, James, ¡prepárate para lo que viene! — bromeó David.
El grupo se rió y siguió su camino hacia el colegio. Durante las primeras horas de clase, James se sintió un poco perdido, pero poco a poco fue conociendo a sus compañeros y a los profesores.Después de clases, el grupo de amigos se reunió en la cancha de fútbol para practicar un poco. Henry se divirtió mucho, pero notó que James no estaba muy interesado en el deporte.
— ¿Te gusta el fútbol, James? — preguntó curioso.
— No mucho, la verdad — contestó el moreno.
— ¿Entonces, qué te gusta? — preguntó Emma.
— Me gusta la literatura y el cine de terror — confesó James.
Los amigos se sorprendieron un poco, pero luego se alegraron de tener un compañero con intereses diferentes. Después de la práctica, decidieron ir a tomar algo a un bar cercano.Allí, mientras conversaban, se enteraron de una noticia que cambiaría sus vidas: se había producido un asesinato en el castillo de Harrow School. Al parecer, había sido en una de las habitaciones del castillo, pero no se sabía quién había sido el responsable.
— Esto es increíblemente aterrador — dijo Olivia.
— Sí, y por lo que se oye, la policía no tiene ni idea de quién pudo haberlo hecho — añadió William.
Los chicos continuaron hablando durante un rato más sobre el asesinato en el castillo de Harrow School. Henry no podía dejar de pensar en ello, y estaba ansioso por saber más detalles. Sin embargo, Olivia les interrumpió:
— Chicos, ¿os habéis enterado de lo que ha pasado en la biblioteca? Han robado varios libros antiguos.
— ¿De verdad? — preguntó James, interesado.
— Sí, y se dice que uno de los libros desaparecidos es muy valioso — respondió Olivia.Henry frunció el ceño. ¿Podía haber alguna conexión entre el robo de los libros y el asesinato en el castillo? Decidió que necesitaba investigar más.
— Chicos, creo que deberíamos empezar a investigar por nuestra cuenta — propuso Henry.— ¿Qué? ¿Estás loco? — exclamó David.
— No lo creo. Henry podría estar en lo cierto — dijo William, pensativo. — Si la policía no tiene ni idea de quién cometió el asesinato, tal vez nosotros podamos averiguar algo que ellos hayan pasado por alto.
Los demás chicos asintieron, y Henry les agradeció su apoyo. Juntos, decidieron que el mejor lugar para empezar su investigación era la biblioteca.
Cuando llegaron, se encontraron con la bibliotecaria, la señora Harrison, que parecía estar muy preocupada por el robo. Les dijo que no había ninguna señal de entrada forzada, lo que significaba que el ladrón debía haber tenido una copia de la llave. También les contó que los libros desaparecidos eran todos muy antiguos y valiosos, y que se habían encontrado algunas huellas dactilares en el lugar del robo.
Henry y los demás se pusieron a buscar pistas por toda la biblioteca. Revisaron los libros restantes en las estanterías, y aunque encontraron algunos libros que parecían fuera de lugar, nada parecía ser relevante para la investigación.
Mientras buscaban, Henry se encontró con James, que estaba examinando un libro antiguo. Parecía estar muy concentrado en él, y Henry se acercó para verlo mejor.
— ¿Qué es eso? — preguntó Henry.
— Es un libro de historia del siglo XVIII — respondió James, mostrándole la portada. — Lo he estado examinando porque me parece interesante.
Henry asintió, pero no pudo evitar preguntarse si James estaba buscando algo en concreto en ese libro. Lo observó un rato más, pero no pudo encontrar nada sospechoso en su comportamiento.
Finalmente, después de una hora de búsqueda, los chicos decidieron que no habían encontrado ninguna pista útil y que era hora de irse a casa. Henry se sentía frustrado por no haber encontrado nada, pero decidió no rendirse y seguir investigando.
Cuando llegó a casa, su madre le preguntó cómo había ido el día en la escuela. Henry le contó todo sobre el asesinato y el robo en la biblioteca, y ella pareció preocupada.
— Henry, no quiero que te metas en ningún problema — dijo su madre, seria. — Deja que la policía haga su trabajo.
Pero Henry no podía dejarlo ir. Sabía que debía seguir investigando
ESTÁS LEYENDO
El Legado de Harrow
Teen Fiction"El Legado de Harrow" Henry es un chico atrevido con una pasión por el fútbol y estudia en la prestigiosa Harrow School en Inglaterra. Un día, James, un nuevo chico moreno, se une a la escuela y rápidamente atrae la atención de Henry. Ambos chicos p...