Es la primera vez que comienzo a ver a alguien con otros ojos y es tan confuso, pase de creer que tenía pequeños "crushes" a realmente comenzar a enamorarme, sigo sin comprender que es realmente el amor, pero creo que lo que comienzo a sentir. Cada que lo veo me siento nerviosa, siento como si pequeñas mariposas dentro de mí comienzan a mover sus alas, mi corazón comienza a latir mucho más rápido y no se diga de mi cara, pues parezco un jitomate, lo único que quiero es poder estar contigo. Todo comenzó en julio, cuando comenzaba a sentirme distinta a tu lado, esos mensajes que hacían que no me despegara del teléfono y me emocionara cada que llegaba uno. Sabía que eso en el momento no era mutuo y solo me veías como una amiga más, pero la forma en la que me hacías sentir comenzó a ilusionarme. Recuerdo claramente cuando te dije que probablemente estaríamos en el mismo salón y me dijiste "Lo único bueno de eso es que estas tú y mi mejor amigo" Dios me emocione como no tienes una idea. Cada vez comenzaba a interesarme más en ti, tus gustos o formas de ver la vida e hice lo que nunca pensé hacer, ¿puedes creer que comencé a ver One Piece por ti? ¿Quién diría que te convertirías en mi One Piece? O que empecé a leer más para poder debatir contigo. Recuerdo que el primer día de clases después de vacaciones descubrimos que no estábamos en el mismo salón, pero seguíamos hablando, TODOS LOS DÍAS y yo era demasiado feliz y de pronto un día me dijiste ¿por qué no me hablas en persona? Y yo siempre me ponía nerviosa y prefería solo verte de lejos, hasta que un día se me ocurrió pegarte en tu hombro y eso poco a poco se me hizo costumbre, recuerdo que siempre que lo hacía solo me mirabas con una sonrisita y un día me dijiste ¿por qué no me abrazas? Y simplemente los nervios recorrieron mi cuerpo y te dije que me gustaba más pegarte, aunque realmente si quería abrazarte. Paso el tiempo y seguía sin abrazarte hasta que llego septiembre, cuantas cosas pasaron en septiembre... La escuela organizaba un campamento y yo estaba nerviosa por ir, pero me dijiste que irías y una parte de mi se emociono y acepte ir, y vaya que no me arrepiento de eso.
