five

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—¿que sucede cariño?

—sabes que no me gustan las peleas entre  Namjoon y tú...— la mujer dejó de doblar las sábanas  quedando frente a su esposo con una expresión de confusión

—no entiendo porque le caigo tan mal...hago lo posible por llevarnos bien pero es inútil

—pues no lo parece...

—¿disculpa? ¡No es justo que insinues eso cuando lo conoces bien!

—mejor olvídalo, no quiero discutir, estoy cansado; tengo muchas cosas que hacer mañana... voy por un vaso de agua

Jungkook salió de la habitación que comparte con su esposa, aún era temprano por lo que salir al patio le sonaba mejor que volver a su habitación, recostó sus manos en el sillón principal de la Sala, tenía la impresión que las  cosas solo empeorarían lo cual lo llenaba de mucho estrés

Quería mucho a su esposa, sobre todo a su pequeño hijo en camino, sabe que algunas veces es un poco caprichosa pero no considera que sea mala persona, no al grado que Namjoon dice

De pronto una silueta captó su atención, la siguió con la mirada hasta ver que se perdía en la cocina, la poca luz en el lugar le impedía saber quién era; con cuidado de no hacer ruido se asomó dándose cuenta de quién se trataba

No dijo ni emitió algún sonido, en unos minutos, solo se quedó observando al pequeño chico que sonrió ampliamente como si lo que tenía en manos fuera el más grande tesoro, tenía una hermosa sonrisa pensó, algo inocente y limpia, se preguntó que clase de vida había llevado para terminar en aquel ambiente. Entonces entró cuando lo escuchó murmurar algo que no logró entender

—¿que haces? —preguntó exaltando al menor que de los nervios soltó el pan que tenía en sus manos, su rostro se tornó pálido y enmudeció, al mayor le causó gracia ese gesto, lo cual le permitió soltar un risa baja, sin embargo, recordó lo delgado maltratado y demacrado que estaba, volviendo a su postura seria

—entonces....¿no has comido nada?— volvió a preguntar

Hoseok negó, un poco temeroso del señor de la casa, poco conocía de este, a decir verdad de la gente en general eso lo ponía nervioso, con el aire faltándole solo quería salir de ahí

—p—erdón señor ya me iba, lo siento...

Tenía la mirada en sus pies descalzos, hacía frío pero él no podía exigir nada y solo tenía una pijama delgada que le fue otorgada por el ama de llaves sobre su cuerpo, asustado por ser descubierto hizo que comenzara a temblar, decidió irse sin la mayor valentía de cruzar miradas con el pelinegro pero al pasar al lado del pelinegro este lo tomó del brazo para que lo mirase

—debes comer

dijo el hombre mientras soltaba su brazo dirigiéndose al  refrigerador tomó su vaso con  agua

—puedes tomar lo que gustes

Volvió a hablar al ver que el joven no se movía de su lugar, fué el mismo tomó el pan con algo de queso y jugo de naranja sirviéndole en un vaso y plato respectivamente

—iré a descansar, come esto y ve hacerlo también

Se fue alejando del lugar no sin antes detenerse a mirar si el chico tomaría los alimentos y así fué ya que el muchacho torpemente comía de su plato lo cual le provocó una ligera sonrisa

Para Hoseok, fué algo extraño lo sucedido, aquel hombre le daba un poco de temor sentía que ante cualquier movimiento sería castigado, sin embargo; agradecía el gesto por lo que trataría de hacer lo mejor en su trabajo

chains of hateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora