La última vez que Jennie había visto a su hermana, fue cuando tenía seis años y las dos vivían en la triste y deprimente casa con su padre borracho, que todas las noches solía llegar a golpear a alguien.
Normalmente, Jennie se ponía a defender a Jiyeon, de entonces quince años, y se llevaba gran parte de los golpes.
Pero a la pequeña omega no le importaba para nada, porque Jiyeon era su linda hermanita que nadie debe tocar. La única en ese mundo que la protegía y le sonreía todavía con cariño. Ese fue el único cariño que Jennie conocía, así que la debería cuidar totalmente, a pesar de que muchas veces Jiyeon le gritara que por su culpa se quedaron sin mamá, que por ella estaban en esa situación.
Jennie siempre le perdonaba todo lo que le gritaba cuando las cosas iban mal, porque creía que Jiyeon no lo decía en serio. Le perdonaba todo porque Jiyeon a veces le llevaba comida, le daba una caricia en el cabello, y se sentía querida con esos simples gestos.
Sin embargo, Jiyeon un día llegó saltando, diciendo que le ofrecieron un puesto de trabajo en una fábrica, y que debía irse de ese lugar. Jennie había llorado, había gritado, había hecho un berrinche diciendo que no quería que se fuera, pero no sirvió de nada.
Jiyeon hizo sus maletas cuando su padre no estaba, y Jennie la dejó ir bajo la promesa de que volvería por ella y tendrían la vida que siempre quisieron.
Por supuesto, Jiyeon nunca volvió. Pero Jennie lo entendió siete años después, cuando su padre la echó de la casa, y no tuvo a nadie más en el mundo.
Jiyeon se marchó para siempre y nunca volvería por ella.
Porque, ¿quién querría hacerse cargo de una patética omega?
Chaewon gimoteaba en sus brazos, sin comprender un poco el estado de shock en el que estaba su mami luego de volver a casa y echarse sobre el sillón. Sin embargo, Jennie se limitó a apretarla más, buscando aferrarse a algo desesperadamente.
Ver a Jiyeon había hecho que algo dentro de ella se removiera. Ese pasado que creía enterrado estaba saliendo a flote otra vez, y no quería eso. Cualquier cosa menos eso.
Y haber escuchado a Jiyeon decir que era prometida de Lisa hizo que un dolor sordo se instalará en su pecho, como si algo la hubiera atravesado, la hubiera roto por completo.
No sabía por qué se sentía así, considerando que no quería casarse con Lisa, considerando que ellas no eran nada. Considerando que apenas la conocía.
Pero Lisa la había tratado tan bien, la miraba con tanto cariño, que Jennie no podía evitar querer ansiar un poco más de eso. Buscar un poco más de ternura.
ㅡ ¿Mami? ㅡ miró a Chaewon, que hacía un puchero ㅡ No tiste. Po favo.
ㅡ ¡No estoy triste! ㅡ mintió comenzando a darle besos en sus regordetas mejillas ㅡ Es sólo que me entró algo en el ojo.
Chaewon la miró con expresión de no creerle nada, sin embargo, no dijo nada tampoco, sólo ocultó su rostro en el cuello de la omega.
Jennie sabía que su bebé iba a ser una omega, como ella. No era necesario hacer exámenes para que se le dijeran, se notaba en su forma de comportarse, en la manera en que todo el mundo alrededor de ella actuaba. El sólo hecho de que Yunjin y Kazuha le prestaran más atención de la debida decía ya lo que era.
Unos minutos después, tocaron a la puerta trasera, en la cocina.
Jennie se hizo bolita, tratando de ignorar los toques que volvieron a resonar. Ver a Lisa en ese momento no era lo mejor, porque se sentía triste, asustada, y cuando se sentía así, solía buscar cariño en todas las partes.
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Kilig | Jenlisa
Fanfiction↪Donde Jennie es una omega con una bebé y Lisa quiere ser su nueva alfa. Ღ Omegaverse Ღ Drama | Angst | Romance | Smut ღ Adaptación | © Hobibuba