Capítulo 3

59 16 63
                                    

°MI AMIGO°

—¡hey! Tierra llamando a Jael —Amigo no me ignores.

—Quieres callarte pedazo de escuincle, por favor. No estoy de buenas en este momento.

—¿Que te pasa? ayer parecías el Rayo mcqueen cuando terminamos las clases, un momento, ¿Acaso eres el Rayo mcqueen?

—No seas estupido Saoru sabes que si fuera el Rayo mcqueen no te lo diría.

Ante la situación tonta en lo que me encontraba no podía hacer mas que reír.

—Mi mamá volvió a recaer, ahora está más enferma que antes —Mire a Saoru con un mirada decaída para ser sincero no quería levantar la mirada estaba triste no podía más, yo, ya no sabia que hacer si pudiera entregarle mi alma a cualquiera que curara a mi madre lo haría sin pensarlo.

—Lamento mucho escuchar eso amigo sabes que cualquier cosa estoy para ti y tu familia.

—Gracias amigo.

Se que Saoru era capaz de cualquier cosa por mi, pero no podía pedirle algo, él ya había hecho mucho por mí no podía pedirle así por así  pese que alguien con privilegios y dinero no soy de esos amigo que se aprovechan de otros.

«¿seguro que no lo haces?»

—Y ahí va, mi consciencia otra vez a decir cosas y confundirme—. Deje de lado los pensamientos cuando saoru empezó hablarme.

—Jael, un amigo me dijo que me encontrara con él así que quizás tengamos un poco de compañía

—Bien no tengo problema con eso—. Mire de reojo a mi amigo el cual se miraba un poco incómodo

—¿Pasa algo?

—Este amigo mío, más bien amigo porque mi papá quiere que así sea, no porque yo lo quiera—. Es un maldito se cree superior a todos solo porque su familia es conocida y eso, ya sabes típico de esos niños etc.

—Entiendo, —Asentí de manera relajada pero—. esas palabras estaban disfrazadas odio a las personas así, ¡¡LOS ODIO!!

Y como era de esperarse el dichoso amigo de saoru estaba esperándolo y desde lejos parece un arrogante total, saoru se acercó a saludar y viceversa.

—Cuanto tiempo Saoru.

—Lo mismo digo Lenin.

Lenín solo me miró de reojo como si de una plaga se tratase, ja, desgraciado. Ni pregunto por mi simplemente me ignoro como era de esperarse; empezamos a caminar y ellos empezaron hablar y yo solo era el tercero ahí estorbando.

Mientras caminábamos pasamos por el parque y vimos a una persona que estaban buscando comida en la basura al igual que a mí Lenin lo miró con desprecio estuvimos caminando por una horas.

—Dime Lenín, estaba vez no has traído tu carro, ¿es eso posible?—. pregunto saouro con tono de burla

—Bueno a ti, te gusta caminar ¿no es así amigo?

—Pero creo que no ha sido lo mejor, viste a ese hombre buscando comida en la basura, que asqueroso—. Que tan miserable hay que estar para llegar a eso.

Eso fue la gota que derramo el vaso me di la vuelta y me alejé de ellos sin decir nada, saoru no me iba a gritar ni nada de eso pues el me conocía bien.

—¿Y ese qué? ¿es amigo tuyo o algún sirviente? ni que lo hubiera ofendido a él.

—Escúchame bien Lenin, ese chico no es mi sirviente él es mi amigo y no voy a permitir que digas cosas de él por que ni siquiera lo conoces que te quede claro

—Y otra cosa: no sabes que tan miserable es la vida de los demás como para llegar a eso —Si, me refiero al hombre que juzgaste porque estaba buscando comida.

□•○□•□○•□

Después de darme la vuelta para dejar de escuchar a ese patán me fui al parque en busca de aquel hombre, y ahí estaba todavía buscando algo entre los cestos de basura por suerte había un vendedor de panes compré algunos y me dirigí donde él.

—Hola.

—Hola joven, buenas tardes.

—Disculpe, lo vi por aquí y le traje esto, se que no es mucho pero tiene que comer algo—. Aquel hombre me vio con ojos algo llorosos y con una gran sonrisa, le entregué los panes y un refresco.

Aquel hombre me agradeció profundamente y yo me retiré y me fui a mi casa, andar en la calle no me servía de nada cuando en la casa estaban las personas que más amo.

«Aveces la vida les da las mejores cosas a las personas que no la merecen»

«Esto es la vida real»

«Estoy perdiendo la cabeza»

«¿Por cuánto tiempo más podré soportar?»

Nota: la canción quedó como anillo al dedo

Bajo La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora